Las obras de ampliación, rehabilitación y mejora del centro de atención especializada JA Rumeu Hardisson, más conocido como ambulatorio de Tomé Cano, seguirán paralizadas otro año mas -y ya sumarán cinco-, después de que la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias no haya contemplado en su presupuesto ninguna partida económica para poder finalizar los trabajos.

Y es que los 30,4 millones de euros que destinará Sanidad a la construcción, equipación y mantenimiento de instalaciones en todo el Archipiélago, se destinarán mayoritariamente a los hospitales del norte y sur de Tenerife, el de Fuerteventura y a la construcción de un búnker y la compra de dos nuevos aceleradores lineales para la realización de tratamientos oncológicos.

Así, el ambulatorio de Tomé Cano seguirá contando con esa antiestética fachada compuesta por bloques sin enfoscar y vallada en el suelo para evitar el acceso desde la calle, después de que hace unos meses se retirara la red que la cubría "por motivos de seguridad", según la Consejería.

Fue en julio de 2006 cuando el Servicio Canario de Salud concluyó la rehabilitación de la parte más cercana al inmueble, donde actualmente está Consorcio de Bomberos, pero a partir de que la empresa adjudicataria (Mazotti) incurrió en concurso de acreedores, las obras se paralizaron y desde entonces solo se han podido llevar a cabo trabajos puntuales que mantienen el edificio a medio hacer.

Según el proyecto inicial, el centro de especialidades debería contar desde hace al menos seis años con 32 consultas de especialidades y 14 para procedimientos de diagnóstico y terapia.

Además, en el área de Diagnósticos por Imagen, que debería ocupar la planta de semisótano, se situarían salas de radiología simple, radiología dinámica, otra de resonancia magnética nuclear y dos de ecografía, Además de que debería buscarse espacio para la Unidad de Diagnóstico Precoz de Cáncer de Mama.

En cualquier caso, la situación financiera de la Consejería de Sanidad es tal que ni siquiera se pueden garantizar las medidas básicas de limpieza y de seguridad en la zona de obras, lo que ha llegado a provocar el tapiado de obras como el Centro de Salud de El Cristo o del barrio del Rocío en La Laguna y el cerramiento con vallas del centro de salud capitalino.

Preguntada por cuándo se podría llevar a cabo la terminación de esta importante obra para la capital, la consejera de Sanidad, Brígida Mendoza, explicó en la Comisión de Presupuestos que "en cuanto la economía lo permita".

"¡Qué mas quisiera yo que poder destinar fondos a la finalización de esas obras!, pero ahora toca priorizar y es el turno de destinar lo poco que tenemos a las obras de hospitales y a los servicios de Oncología", concluyó.