Desde el momento que conocemos a alguien, la imagen que proyectamos al otro interactúa por sí misma y hace de canal de comunicación directo a la persona que tenemos delante. Este proceso ocurre, la mayoría de veces, de manera inconsciente, todos nos llevamos una impresión de lo que vemos, todos nos hacemos una imagen propia de las personas, y todos observamos y evaluamos a los demás sin darnos cuenta. ¿Es por tanto relevante la imagen que damos de nosotros mismos en la búsqueda activa de empleo? Sí, rotundamente sí. De ahí la importancia de cuidar lo que somos y sobre todo de cómo lo trasmitimos para ayudarnos a tener éxito en la búsqueda de empleo.

Todo fin de la búsqueda activa es encontrar un puesto de trabajo que cubra nuestras necesidades de crecimiento profesional, de formación, económicas... para ello llevamos a cabo un sinfín de tareas necesarias para conseguir la ansiada llamada telefónica que nos cita para una entrevista de trabajo. La imagen es uno de los muchos aspectos a considerar a la hora de prepararte para la misma. A continuación exponemos una serie de consejos.

Siéntete tu mismo a la hora de vestir, pero intenta ir formal, acorde al puesto. Un candidato/a a azafato/a de eventos debería ir vestido de pantalón y chaqueta, sin embargo, un candidato/a para un puesto de peón podría ir acorde con un pantalón bajo y una camisa de botones.

No abusar de los colores chillones o grandes estampados. Es mejor usar colores lisos y estándares como el azul, el blanco, beig, gris o negro, pues dan aspecto de seriedad, formalidad y limpieza.

Ir limpio y aseado. La situación en sí misma nos produce nervios, por lo que sudaremos un poco más de lo habitual.

Evita en la medida de lo posible los perfumes fuertes además de los complementos excesivos y/o ruidosos. El perfume puede gustar o no al entrevistador y los complementos excesivos y/o ruidosos pueden distraer la atención del mismo. Intenta antes de salir preguntarte: ¿voy acorde al puesto?, ¿existe algún elemento de mi vestuario o complementos que puedan distraer al entrevistador/a?, ¿tengo un aspecto ordenado, limpio y aseado?, ¿voy cómodo/a? Puedes hacer este ejercicio también con alguien externo que te dé una opinión sincera.

Quizás pienses que estas sean demasiadas molestias que debas tener en cuenta para una simple entrevista de trabajo, pero son cuestiones fundamentales que, inevitablemente, y de manera inconsciente, un entrevistador/a observa incluso antes de que hablemos, por lo que si las tienes en cuenta, sin duda habrás avanzado un paso más en la propia entrevista de trabajo.

Solo queda esperar... ¡Que suene el teléfono!