La muerte de Enrique Fernández Caldas, al que el Cabildo Insular de La Palma concedió el título de Hijo Predilecto de la Isla durante uno de los mandatos que presidió José Luis Perestelo, generó en el día de ayer reacciones de pésame por la desaparición de un profesor brillante del que destacaron su enorme "espíritu voluntarioso para acometer empresas que no resultaban fáciles de sacar adelante, la excelencia académica de la que siempre hizo gala y el carácter amable y cercano" de un químico que desempeñó cargos de responsabilidad tanto en el organigrama del Gobierno de Canarias como en la dirección de la Universidad de La Laguna, institución de la que fue rector entre los años 1973 y 1976.

Eduardo Doménech Martínez, rector de la ULL, lamentó en la tarde de ayer una pérdida que calificó como "importante para la comunidad universitaria", precisó en un momento de la conversación en la que destacó la "relación estrecha y amistosa" que mantenía con un docente que nació hace 90 años en el municipio de la Villa de Mazo. "Le tenía mucho afecto y de vez en cuando venía por el rectorado a hablar de cómo estaba funcionando la universidad en estos tiempos de crisis", recordó sobre los encuentros informales que mantenían.

Doménech Martínez, que llegó a la Universidad de La Laguna en el año 1977, no conoció en vivo la etapa que cubrió Fernández Caldas como rector, pero reconoció "la compleja labor que tuvo que desarrollar en un periodo político convulso que también afectó a la comunidad universitaria", relató, justo antes de que la ULL "experimentara un crecimiento de estudiantes notable llegando a contar con 13.000 alumnos, ya que en esos años se produjo un incremento del 500 por 100 en el número de estudiantes matriculados".

El rector de la ULL, no obstante, destacó de la gestión de Enrique Fernández Caldas los pasos que dio para convertir en realidad la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas, la de Biología y la de Farmacia. "Fue un rector al que no le tocó un ciclo fácil, pero su trabajo tuvo una gran trascendencia", valoró sobre un profesional de la docencia del que dijo "le tenía un gran afecto por la experiencia que transmitía".

Otro de los periodos en los que Fernández Caldas tuvo capacidad de mando coincidió con su estancia al frente de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias (1987-1989). Allí vivió, hasta que presentó su dimisión, los orígenes de la creación de los distritos universitarios. "Afrontó aquel conflicto, muy al principio, pero en cuanto se fueron consolidando las bases de la división se fue", recordó Eduardo Doménech Martínez.

José Luis Perestelo, presidente del Cabildo de La Palma cuando se le concedió el título de Hijo Predilecto de la Isla, destacó de Fernández Caldas su "sensibilidad y valentía para dar un paso adelante para defender la causa en la que creía", elogió de una persona a la que conoció cuando el dirigente nacionalista era el responsable de la Oficina de Educación del Gobierno de Canarias en La Palma.

El expresidente del Cabildo de La Palma se mostró agradecido con la decisión que tomó en su día Fernández Caldas para acceder a la dirección del Centro Asociado de la Universidad de Educación a Distancia en la Isla Bonita. "Su vocación por impulsar la comunidad universitaria era inmensa", avanzó al tiempo que destacaba que "Enrique era un ser voluntarioso y un profesor brillante que desprendía generosidad. Era un humanista y una persona buena".