Polémica, controvertida, insolidaria, injusta... De la Reserva de Inversiones en Canarias (RIC) se ha dicho a lo largo de los años de todo, y casi todo en contra. Salvo quienes se han beneficiado de ella, las críticas le han llovido a un instrumento fiscal incluido dentro del Régimen Económico y Fiscal (REF) cuya finalidad debía ser estimular la inversión en el Archipiélago.

La última discusión relacionada con esta figura del REF tiene que ver con un hipotético cambio en su filosofía. Es decir, que los beneficios que de ella se derivan para los empresarios puedan invertirse fuera de las Islas. Para unos es un disparate difícil de justificar, para otros, una posibilidad más en un mundo tan globalizado.

La nueva vía la dejó entrever hace poco más de dos semanas el comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia, en una visita que realizó a Bruselas una delegación de empresarios de las Islas.

Y, claro, el simple hecho de haberlo sopesado ya ha levantando ampollas. Hay a quienes, como al Partido Popular de Canarias, se les ha atragantado el asunto.

¿Por qué? Mientras que su diputado regional Miguel Cabrera Pérez-Camacho ha rechazado de forma tajante que la RIC pueda materializarse fuera de las Islas, otros dirigentes de su partido como Australia Navarro o Jorge Rodríguez han mostrado cierta ambigüedad al respecto.

"Sería una desnaturalización de la RIC", "no sería presentable" o "cómo les vas a decir a los dos millones de canarios que exceptúas de tributación los beneficios de los empresarios para que se beneficien de ellos otras naciones", fueron algunas de las contundentes afirmaciones de Pérez-Camacho.

"El PP no defiende que la RIC no está para invertirse en el extranjero -en estos momentos-. Ahora bien, sí defendemos que se debe plantear que las empresas canarias que tienen una actividad internacional puedan beneficiarse de esta herramienta", respondieron Navarro y Rodríguez.

Con el diputado popular han coincidido también el coordinador regional de Izquierda Unida, Ramón Trujillo, y el presidente y portavoz parlamentario de Nueva Canarias (NC), Román Rodríguez.

El primero no ha hecho más que reafirmar sus críticas a este instrumento fiscal, cuya desaparición ha solicitado en innumerables ocasiones por no haber servido para su principal razón de ser: la generación de empleo.

El segundo, mientras, se ha mostrado preocupado con la vía abierta por Joaquín Almunia y ha advertido de que el texto que salió del Parlamento de Canarias para reformar el REF no contiene esta posibilidad.

Y, entre tanto, el Gobierno regional defiende que la propuesta de renovación del REF incluye deducciones fiscales para la salida al exterior de las empresas con el fin de "fortalecer" el tejido productivo de las Islas, lo que no supone ni el "desmantelamiento" de sus negocios ni una "fuga" al exterior de los beneficios empresariales mediante la aplicación de la RIC.

Es decir, que la RIC -nueva o reformada- amenaza con seguir siendo un recurso sin consenso.