El Líbano necesita otros 1.850 millones de dólares para satisfacer las necesidades de los refugiados procedentes de Siria, dijo hoy el primer ministro saliente, Nayib Mikati.

"Instamos a los países donantes y a la comunidad internacional a que sigan apoyando al Líbano, ofreciendo una ayuda humanitaria adicional de 1.850 millones de dólares", afirmó Mikati durante la presentación del sexto informe sobre el plan del Gobierno para remediar las repercusiones de la crisis siria.

A la reunión asistieron, entre otros, el coordinador de la ONU para el Líbano, Derek Plumbly; la embajadora de la Unión Europea en este país, Angelina Eichhorst; el representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Robert Watkins, y el adjunto del representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Beirut, Jean Paul Cavalieri.

Mikati explicó que los fondos adicionales serán destinados a los sirios, a los refugiados palestinos y también a libaneses que tuvieron que huir de Siria a causa de la guerra, así como a la población autóctona que los cobija en sus casas.

"Espero que ustedes sigan el ejemplo libanés", agregó Mikati dirigiéndose a la comunidad internacional, y recordó que los desplazados sirios se instalaron, en su mayoría, en "las regiones fronterizas, que sufren a causa de la pobreza y la falta de desarrollo, sin pensar en las cargas socio-económicas que esas personas representan para los que las acogen".

Según el último informe de ACNUR, el Líbano acoge al 36 por ciento de los sirios que han buscado refugio en los países de la región huyendo de la guerra.

Además, asegura que 842.000 sirios viven en el Líbano, un número superior al registrado en otros países vecinos como Turquía, Jordania o Irak, aunque las autoridades libanesas elevan esta cifra a más de 1.300.000 personas.