Las mujeres están cada vez más presentes en la Universidad española. La de La Laguna (ULL) no es una excepción al respecto: la mayoría del alumnado y del personal de administración y servicios (PAS) es femenino, mientras que el número de profesoras se ha incrementado en los últimos años, aunque siguen siendo minoría. En cambio, los órganos de gobierno de la institución académica no ofrecen una representación equilibrada de los sexos.

Esta es una de las razones que han impulsado a la ULL a dotarse de su primer Plan de Igualdad de Género, al que el Claustro ha dado luz verde esta misma semana. Las cifras señalan que un 75% de los decanos y directores de centros son hombres, la misma proporción que se registra entre los directores de departamento. Si bien la distribución es más equitativa en niveles inferiores -ligera mayoría femenina en vicedecanos y subdirectores e igualdad entre sexos en los secretarios-, los puestos de mayor responsabilidad son ocupados, sobre todo, por hombres.

Algo similar ocurre en los órganos de gobierno de ámbito general, de los que solo el Claustro (43% de mujeres), las direcciones de secretariado (50%) y algunas comisiones del Consejo de Gobierno alcanzan una representación equilibrada, aunque el Consejo de Dirección se le acerca al rozar el 40%.

En cambio, el Consejo de Gobierno está constituido por un 72% de hombres y el Consejo Social por más del 80%. Cabe advertir de que la remodelación del equipo de gobierno efectuada el pasado viernes por el rector, Eduardo Doménech, puede haber modificado las proporciones en alguno de estos órganos.

En cuanto a los órganos de representación sindical, solo la junta del PAS funcionario tiene una composición paritaria -siete mujeres y seis hombres-, mientras que ni la junta ni el comité de empresa del PDI (personal docente e investigador) ni el comité del PAS llegan al 40% de presencia femenina.

El Plan de Igualdad prevé varias medidas dirigidas a corregir esta situación. Propone, por ejemplo, procurar que los equipos que se presenten a elecciones "respeten el criterio de presencia equilibrada de hombres y mujeres" o analizar por qué son hombres los que dirigen centros o departamentos con mayoría femenina, o viceversa.

Asimismo, sugiere revisiones de los estatutos de la ULL y de las normas internas de órganos como el Consejo de Gobierno, el Claustro y el Consejo Social para favorecer una composición equilibrada entre sexos.

Aunque en el personal de administración y servicios se observa una mayoría femenina -un 55% de la plantilla está conformada por mujeres-, esta no se detecta en los puestos de mayor estatutos, donde las mujeres están claramente infrarrepresentadas, pues ocupan solo un 32% de estos trabajos.

Así lo advierte el diagnóstico que sirve de base para el plan, y que también reconoce que la presencia de las mujeres entre el PDI se acerca progresivamente al 40%, pero advierte de que "la evolución es muy lenta y está marcada por diferencias muy acusadas en función de la categoría profesional y la rama del conocimiento". Así, y pese a superar la media nacional, solo un 20% de las mujeres son catedráticas, un índice que se encuentra "estancado".

El Plan de Igualdad contiene una infinidad de datos que corroboran que, pese a los progresos, a la ULL aún le queda camino que recorrer. Pero hay una cifra tan contundente que llama la atención: solo uno de los 34 doctores honoris causa de la institución es mujer.