Hasta ahora, el currículum vitae u hoja de vida ha sido la herramienta estrella para buscar empleo. Su utilización se ha extendido mundialmente a todos los niveles profesionales, siendo hasta el momento el medio más utilizado para mostrar nuestra candidatura a cualquier empresa.

Mucho se ha debatido este tema por expertos en empleo, orientación laboral y psicología, pero no se ha llegado a un acuerdo definitivo que determine qué es primordial mostrar y qué no. Esta controversia tiene una razón de ser, y es que en un mercado tan diverso, donde una única herramienta debe reflejar distintos perfiles profesionales encaminados a puestos de trabajos muy distintos, es muy difícil llegar a una regla fija que nos indique qué poner y qué no. Con independencia del perfil profesional que se muestre, estos son los elementos básicos que debe poseer todo currículum que se precie.

Datos personales: nombre y apellidos; domicilio completo (calle, número, piso, letra, código postal, localidad, provincia), fecha de nacimiento, teléfonos de contacto (si puede ser más de uno facilitamos el contacto); email formal (morenoguapocanario@hotmail.com no es un buen ejemplo).

Formación: la titulación más alta obtenida (si tenemos una superior no hace falta poner las titulaciones más básicas), el año de obtención y el centro; la formación complementaria adquirida (cursos, expertos...) con el año, centro de obtención y número de horas realizadas (sería recomendable ordenarlas por año de obtención, de la más reciente a la más antigua o de la más antigua a la más reciente); conocimientos de Informática e Idiomas, si los hubiese.

Experiencia: que refleje nuestra trayectoria ordenada también por años, ya sea de la más reciente a la más antigua, o de la más antigua a la más reciente. Debemos poner para cada una de ella el cargo que hemos desempeñado, la empresa y el tiempo que hemos estado.

Otros datos: ¿permiso de conducir?, ¿vehículo propio?, ¿disponibilidad inmediata y/o de desplazamiento? ¿Poseemos certificado de discapacidad?

Por último, no debemos olvidar poner la fecha de entrega o envío del mismo, y la firma personal.

Como hemos comentado anteriormente, no existe regla fija que determine qué hay que poner y qué no, cada persona es finalmente quien decide. Los aspectos relacionados son los que, desde nuestra experiencia, debe conocer cualquier empresa de su candidato, corresponderá luego al seleccionador en la entrevista de trabajo profundizar en aquellos que más le interesen, y a nosotros vender de la mejor manera posible nuestra candidatura.

Como siempre, mucho ánimo y ¡suerte en la búsqueda!