La población de la isla de El Hierro tiene que acostumbrarse a convivir con los terremotos ya que la actividad sísmica entra dentro de la evolución normal de una isla oceánica joven de origen volcánico. Así lo ha asegurado José Luis Barrera, vulcanólogo y vicepresidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) a Europa Press.
“Desde que la isla comenzara a surgir, la crisis no ha parado nunca y no se puede predecir cuándo cesará”, estima el vulcanólogo. “Si vemos la geología de la isla observamos que hay muchos conos volcánicos recientes cuya formación ha tenido que ir acompañada de seísmos constantemente”, indica Barrera. “En la zona submarina, el número de volcanes recientes tambien es muy elevado”, añade. Además, “El Hierro, junto con la Palma, son las islas más jóvenes del archipiélago canario, por lo que la sismicidad se va a seguir produciendo”, explica.
Por ello, para el vicepresidente del ICOG, es fundamental que las autoridades tomen “medidas adecuadas como un plan de prevención, sobre todo en la ordenación del territorio, y en las medidas constructivas para minimizar los posibles daños”.
Con respecto a la intensidad y magnitud de los terremotos, Barrera reconoce que no “hay manera de anticiparse” ya que no se dispone de un patrón de funcionamiento sísmico ni de un archivo histórico de la sismicidad que ha tenido la isla. “El magma está ascendiendo y va a seguir fracturando la corteza de El Hierro, hasta que encuentre una vía de salida en forma de erupción volcánica, subaérea o submarina”, concluye.