Idaira no le quita ojo a los objetivos de las cámaras. Se acaba de despertar tras quedarse dormidita en una toma. Es la primera canaria de 2014. Nació a las 00:21 horas del 1 de enero en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria, pesó 3,980 kilogramos y midió 53 centímetros. Tiene una buena mata de pelo. Emilí Granados y José Luis Cáceres Moreno son los afortunados padres.

Las raíces palmeras de José Luis han pesado a la hora de decidir el nombre de la pequeña. "Quería un nombre guanche y elegí el de Idaira porque es una princesa aborigen de La Palma; mi papá es de allí", aclara un padre al que le siguen brillando los ojos. "Era una niña muy deseada", dicen a la vez Emilí y José Luis... "Llevábamos nueve años intentando ser padres, nos dijeron que no podíamos tener un hijo de forma natural y empezamos a valorar la posibilidad de recurrir a la fecundación in vitro", relata José Luis. "Vino solo", apostilla la orgullosa madre. "Justo cuando habíamos tomado la decisión de realizar un ciclo nos sorprendió la noticia del embarazo", refuerza una pareja que reside en el núcleo aronero del Valle de San Lorenzo.

Dieciséis horas de parto. Ese fue el tiempo que se alargó la fase final del embarazo de Emilí. "Empecé a tener contracciones fuertes a las seis de la mañana (martes), pero no ingresé en el hospital hasta las ocho y veinte. "Estoy cansada, pero feliz porque todo ha salido bien y ya tengo a mi niña", cuenta una madre de nacionalidad venezolana que reside en la Isla de Tenerife desde hace diez años. "Empezamos a salir un 25 de diciembre y curiosamente el nacimiento de Idaira estaba previsto para el día de Navidad, pero se retrasó hasta el 1 de enero", describe la madre.

"Cuando estaba en el paritorio lo que menos me preocupaba era saber si era el primer bebé de 2014 o no; lo único que quería era que naciera ya", recuerda con una sonrisa en su boca. "A las doce escuché decir al personal sanitario que me estaba asistiendo en el parto que se iba a tomar las uvas... Yo les dije: "Después de que nazca la niña", rememora de los instantes previos al primer cara a cara con Idaira. "Yo le vi los pelillos sobre las doce menos cinco", añade José Luis antes de agradecer "el trato recibido en La Candelaria. De aquí nos vamos a ir con una gran alegría y la sensación de estar arropados por un equipo magnífico", agradece con su voz entrecortada.

El 2013 no fue fácil para la feliz pareja. "Ella perdió el trabajo, tenemos una hipoteca y los gastos de casi todo el mundo, pero hay salud, ganas de trabajar, dos familias y amigos que nos han ayudado a salir para delante. Si hemos llegado aquí hay que seguir luchando por lo más bonito que nos ha traído el 2014", concluye José Luis.