Varias empresas han mostrado ya su interés por acceder a la gestión del barranco del Infierno, uno de los espacios naturales protegidos más visitados de Tenerife hasta el año 2007, cuando falleció una senderista extranjera por un desprendimiento y el acceso fue cerrado oficialmente, ya que ni técnicos ni autoridades del Cabildo ni del ayuntamiento estaban dispuestos a asumir responsabilidades penales por estas situaciones.

Durante el Pleno del consistorio celebrado el pasado lunes, se aprobó por unanimidad el pliego de condiciones que regirá en el concurso de adjudicación de la administración de este espacio.

El concejal de Servicios, Gonzalo Delgado, reconoció que el contrato a la futura concesionaria se hará por un periodo de seis años, que serán prorrogables a otros dos. El coste de mantenimiento para la empresa que asuma dicha explotación será de 2.271.000 euros en todo ese periodo.

Y el canon que percibirá el ayuntamiento será del 5 por ciento respecto al beneficio neto de la mencionada sociedad.

Según las estimaciones del área de Servicios Municipales, la actividad generará entre 8 y 10 puestos de trabajo, tanto en el puesto de información como de guías que acompañarán a los grupos de visitantes que así lo deseen por el sendero. La sociedad adjudicataria deberá acometer obras en el camino por un presupuesto total de 46.000 euros.

El informe de impacto medioambiental fue elaborado por la empresa Hidra, mientras que José María Nazarre, catedrático de la Universidad de Navarra, emitió un dictamen favorable a la utilización de dicho enclave.

Más allá de la oferta de servicios y seguridad para los senderistas, la apertura del barranco del Infierno supone una mayor afluencia de turistas que son potenciales consumidores en bares, restaurantes o cafeterías del casco histórico.

La carga máxima de visitantes al día prevista para este paraje es de trescientas personas y los grupos de senderistas no podrán ser superiores a ochenta, con el objetivo básico de no causar un deterioro excesivo en el singular espacio, que tanta relevancia tuvo en la historia social, económica, agraria y del Señorío de Adeje.