Crear un nuevo modelo económico para Santa Cruz de Tenerife basado en el turismo "como un sector emergente en la ciudad". Esa es la premisa que suscita este debate en el que se apunta, como "infraestructura básica" para alcanzarlo, "disponer de una playa urbana". En ese marco, se plantea concentrar la actividad portuaria en el Dique del Este "creando ahí el nuevo y gran puerto de la Isla" y "recuperar la antigua playa de San Antonio". La idea la defiende el presidente y candidato del CCN a la Alcaldía santacrucera en 2015. Ignacio González está convencido de que eso atraerá turismo a la capital y generará empleo directo e indirecto "por el efecto multiplicador del propio sector".

Debatir propuestas estratégicas en la línea del concepto 20/20 (planificar con perspectiva temporal) y que sean los profesionales quienes las elaboren y formulen para su evaluación por la sociedad es el enfoque que el Colegio de Arquitectos expone, a través del presidente de la Demarcación, Argeo Semán, como paso previo a la definición del nuevo modelo económico que se demanda.

"Sí a la playa porque los santacruceros la tendríamos a las puertas de nuestras casas. Vivimos del turismo y nosotros tenemos que apostar por eso, por que el turista venga y pernocte". Así de rotundo lo dijo Ana Mendoza, presidenta de la Asociación Parque Cultural Viera y Clavijo. Lo dejó claro.

Pero la playa de Santa Cruz que se trata de recuperar no era una, sino cuatro: la playa del Ruiz, próxima a la plaza de España o arranque del puerto; La Peñita, que estaba a la altura del ya desaparecido Castillo de San Pedro; la de San Antonio, desde este punto al barranco de Almeida (la zona dedicada a la carga y descarga rodada de barcos), y Los Melones, que es la zona más próxima al muelle Norte. Ninguna de ellas era de arena.

Este punto lo puso sobre la mesa el expresidente de la Autoridad Portuaria, doctor en Ingeniería Marítima y profesor titular de Construcciones Navales, Pedro Anatael Meneses. "Estoy de acuerdo con Ignacio en que tengamos una playa urbana en Santa Cruz, este tema lo llevamos abordando un montón de años, pero no ha habido forma humana de que esa playa, que es la de Valleseco, se haga". Con proyecto y condiciones apropiadas, "solo hay que ejecutarla".

Coincidiendo en que el gran puerto de la Isla "ya está en Santa Cruz", González y Meneses defienden la reordenación del uso de los 9.800 metros lineales del recinto portuario, pero la dársena de Anaga, donde estaba la playa de San Antonio, "debe ser destinada en su totalidad a cruceros y al tráfico de pasajeros".

"Estoy asustado de coincidir tanto con él", resaltó Ignacio González, quien "compró" el discurso del Colegio de Arquitectos pidiendo a su presidente "que lideren este debate". Apostando, también, por la playa de Valleseco (un kilómetro de litoral, dijo Meneses), reclamó la recuperación de la nueva playa urbana "compatible como los cruceros". Aquí discreparon por la dificultad en la maniobrabilidad de los buques.

Siendo la "apertura" del muelle de Enlace al uso ciudadano un factor primordial, Meneses apuesta por la Dársena Norte como la clave del futuro del puerto y de la ciudad: "Puede tener hasta un millón de metros cuadrados adosados y una línea de atraque de unos 3.500 metros lineales. Sale, inclusive, más barato que el puerto de Granadilla". Otra clave y otro punto de convergencia en este debate. Ignacio González defendió que "nos hubiéramos evitado muchos líos y el retraso de una inversión que necesita la Isla y Santa Cruz, ciudad a la que no se le consultó".

"Sabemos lo que nos va a pasar, pero no estamos planificando para que no pase. Sabemos que va a cerrar la Refinería, lo sabemos; sabemos que eso le dará un golpe mortal al puerto, pero aquí no proyectamos nuestro desarrollo para recuperar la economía". Esta reflexión de Ignacio González fue previa a otra de sus aseveraciones: "En términos de empleo directo, el efecto de una playa urbana es muchísimo mayor".

Volviendo a la extinta playa de San Antonio, Pedro Anatael Meneses apuntó que "no estaría abierta al mar", si bien "técnicamente casi todo es posible, pero tiene su coste".

Agarrándose a este último término, González fue rotundo al asegurar que "hacer lo que proponemos cuesta la mitad de lo que se gastó está ciudad en el viario del barranco de Santos, serían 60 frente a 120 millones. El efecto de la obra civil más cara en la historia de Santa Cruz en la economía de la ciudad es nulo".

El momento de las cifras lo inició Meneses Roqué. Después de asegurar (con el asentimiento del resto de los participantes) que el puerto de Santa Cruz ha perdido su preponderancia en favor del de La Luz y de Las Palmas (en unos 20 años), pero no solo en tráfico, sino "en graneles y líquidos, o sea, en combustible, también; y no tiene Refinería". Consecuentemente, todo evidencia "que hay que configurar una nueva situación de nuestro litoral y de actividades que desarrollen la economía y que sean importantes para la ciudad. Ambas cosas son compatibles".

Otro dato. Recordando que el 35% del empleo en Canarias depende del turismo; "en Santa Cruz, no".

Ana Mendoza reiteró su posicionamiento a favor de la recuperación de la playa de San Antonio y de promover establecimientos hoteleros en el entorno "porque son generadores de empleo".

Los arquitectos se están planteando hoy "que trabajemos en los asuntos antes de que se desarrollen los concursos y se hagan obras; convertirnos, de alguna manera, en un centro de pensamiento de la ciudad". En esa línea, Argeo Semán lanzó la idea de desarrollar talleres sobre proyectos temáticos: frente marítimo, la rambla como un gran parque lineal, el sistema viario y la movilidad urbana y, finalmente, el turismo de ciudad. "No puede ser que turismo sea el Sur nada más, Santa Cruz debe tener una cuota en ese mercado y hay que buscar actividades que generen interés para ello. No puede ser que venga una guagua desde el Sur a El Corte Inglés y vuelta de retorno. En cuanto tengamos algo que enseñar, los cruceros dormirán aquí".