Año 2122, veinte años después del cataclismo planetario. Un grupo de jóvenes de diferentes razas, entre los que se encuentra la canaria Gara, se organizan en su cuartel general situado en los alrededores del Teide para tratar de defender la Tierra de su destrucción, amenaza provocada por el malévolo tirano Kane, que inventó una máquina con la que podía manipular el tiempo. Este es el argumento central de "Hiroku. Defensores de Gaia", primera película de animación realizada en Canarias y dirigida a todos los públicos, que acaba de ser nominada a los Goya en la categoría de Mejor Película de Animación.

Esta cinta canaria, que ha sido realizada con escasos medios económicos, compite contra otras producciones millonarias, como "Futbolín", "Justin y la espada del valor" y "Lucius Dumb", pero el hecho de haber llegado hasta ahí ya ha sido suficiente premio, según reconocen sus directores, Saúl Barreto y Manuel González Mauricio, padres de este proyecto que costó seis años de arduo trabajo llevarlo a buen puerto junto a un equipo de una quincena de profesionales canarios y dos millones de euros, una inversión veinte veces menor que las de las otras películas mencionadas.

Saúl Barreto y Manuel González están muy satisfechos con la película, que se estrenó en junio, tanto en las islas como en la Península, aunque ahora está intentado "colarse" en el mercado internacional, motivo por el que ya han mantenido contactos con televisiones de Estados Unidos y Corea, entre otras.

Este proyecto surgió hace más de seis años en una conversación en un bar. "Queríamos hacer una historia con un grupo de jóvenes que fuera multirracial y transmitiera un mensaje ecologista, salvar a la Tierra de su destrucción. Por eso Hiroku, la protagonista central, tiene rasgos orientales; Joe es su novio, luego está Gara, que es canaria; el malísimo Kane; Namu, que es negro, pero hay muchos más. Viven en un poblado que está situado en el entorno del Teide", explican ambos productores de esta cinta de hora y media de duración que fue rodada en inglés para el mercado internacional, aunque también ha sido doblada al español.

Con respecto a la nominación a los Goya, Barreto asegura que "ha sido una gran alegría después de tantos años que hemos estado trabajando con esta película. Es un poco la confirmación de que no lo estamos haciendo tan mal. El estar nominados ya ha sido una recompensa muy grande. Es como un premio, aunque no lo vayamos a recibir".

González también lo ve difícil. "Ganar ni de coña, hay películas que han costado veinte veces más que la nuestra. Si votaran los niños sería otra cosa, pero los que votan son los académicos y siempre hay intereses económicos detrás más poderosos que nosotros. Llegar hasta ahí ya ha sido un premio, además de demostrar que en Canarias se pueden hacer buenas cosas y con proyección internacional. La verdad es que tenemos buenas perspectivas en inglés. Ahora estamos en el proceso de comercialización a nivel internacional, buscando contratos con televisiones, etcétera".

"Hiroku", aclaran sus directores, estaba "pensada para las televisiones internacionales, porque los presupuestos que mueve el cine son muy superiores al nuestro, pero nosotros lo hemos adaptado al formato cine, en 2K".

La historia que plantea este dúo de cineastas y su equipo se desarrolla y está ambientada en Tenerife. "Hay planos, ubicaciones, que desde el momento en que los ves sabes que es Tenerife, pero hay otros que son mezclas de paisajes, que no son reales, pero recuerdan a las Islas canarias".

Enseguida aclaran que está ambientación está hecha con el objetivo de difundir la imagen de Canarias en el exterior. "Dar un poco de publicidad, pero no es una cosa metida con calzador, porque creemos que los extranjeros lo ven como paisajes bonitos, les encanta. Creemos que está muy bien metido en la historia".

También explicaron que el filme tendrá continuidad, aunque primero tendrán que recuperar la inversión que realizaron. "La idea es que continúe, pero tiene que haber una compensación, digamos. Realmente el esfuerzo de tantos años nos motiva a seguir en esa línea. Hay trabajo hecho de una segunda parte, pero tenemos un poco que ver la respuesta del público, ver cuántos espectadores, dónde ha sido proyectada..."

En este sentido, Manuel González aclaró que hubo un estreno nacional limitado en una veintena de cines de la península, en Madrid, Barcelona y otras ciudades, "pero no con demasiado éxito por temas de promoción y distribución. Ahora esperamos poder hacer un reestreno, de hecho la película está pensada para la televisión. Estamos en contacto con Corea, Estados Unidos y una plataforma, pero aún no hay nada cerrado. Estamos empezando con el plan de internacionalización para cubrir los mercados".

También comentó que, por el momento, desconoce el "número de espectadores que han visto la película en Canarias y en la Península, pero ha sido "reducido, porque la promoción ha sido muy limitada. Esperamos recuperar la inversión realizada, sobre todo en los mercados internacionales", auguró con ilusión.

La Labor desarrollada por este equipo de profesionales canarios bien merece tener éxito en el exterior, sobre todo si consideramos los limitados medios económicos con los que ha contado y las dificultades de embarcarse en la aventura de rodar un largo de cine de animación, cuyo trabajo es diez veces más complicado que en el cine convencional. "Aquí tienes que tener todo muy bien pensado antes, porque es muy complicado y costoso repetir un plano que no te haya gustado".