En la última década, las apuestas deportivas están ganando cada vez más adeptos, en detrimento de otras fórmulas más tradicionales de juego como las quinielas. A excepción del Reino Unido, que ya contaba con una larga tradición en apuestas deportivas desde comienzos del siglo XX, en el resto de Europa y en concreto en España la popularidad de las apuestas online se está expandiendo a gran velocidad.

El Anuario de Juego de España 2012, editado por la Fundación CODERE, cuantificaba el volumen de juego online (a través de páginas autorizadas por el Ministerio) en 2.727,8 millones de euros, una cantidad que aún está lejos del juego presencial (23.776,4 millones de euros en 2012, el 2,4% del PIB), pero que mantiene una tendencia creciente. Así, mientras los juegos tradicionales han descendido en todas sus vertientes no ocurre lo mismo con las apuestas deportivas, que incluso se anuncian en cada vez más medios. El vicepresidente de la Fundación Codere, José Ignacio Cases, en la presentación del citado anuario ya adelantaba que los datos recopilados “ponen de manifiesto que algunas modalidades de juego, como las apuestas deportivas, están experimentando un notable crecimiento, impulsando el sector”.

Entre las ventajas más claras de las apuestas deportivas online está la accesibilidad y el anonimato del usuario. La mayoría de ellas cuentan con aplicaciones para smartphones que permiten al jugador consultar pronósticos y hacer sus apuestas en cualquier lugar y momento, sin necesidad de desplazarse. Además, hay que tener en cuenta que sólo cuatro comunidades autónomas han autorizado este tipo de establecimientos (Navarra, Madrid, País Vasco y Aragón) por lo que la vertiente online se convierte en la única posible para la mayoría de los españoles.

Las casas de apuestas deportivas online ofrecen una amplia variedad de combinaciones para todo tipo de eventos deportivos.Se pueden hacer apuestas simples, combinadas, a corto plazo, en directo o live, entre otras de una larga lista. El hecho de que haya tantas posibilidades en Internet, anima a los jugadores a utilizar comparadores de casas de apuestas como ganabet.es para informarse antes de elegir la empresa a través de la cual apostar y no llevarse sorpresas.

Las casas de apuestas se dividen entre las tradicionales o de contrapartida y las de intercambio. En las primeras, el jugador apuesta contra la casa y se establecen cuotas que pueden ser limitadas. Ejemplos de estas empresas de juego son Bwin, William Hill, Miapuesta o Bet365.

En las casas de apuestas de intercambio (como Betfair), tu pronóstico se hace contra el del resto de usuarios, no contra la casa. Esto quiere decir que la casa se convierte en un mero intermediario, que cobra por realizar esa función cuando se gana (entre el 2 y el 5% de la ganancia).

En Europa, el mercado líder en apuestas deportivas online es el británico, donde este tipo de casas de intercambio son muy populares. Como muestra este infográfico sobre las apuestas deportivas en Europa, en 2011 el mercado británico estaba valorado en 650 millones de libras, acaparando un 37% del total del juego online en Gran Bretaña, según los datos recogidos por GamblingData. Casas de apuestas deportivas como William Hill son líderes en facturación en el país, alcanzando un 15% de la cuota de mercado inglés.

Una de las principales dificultades con las que se encuentran las casas de apuestas que operan a nivel internacional es la diversidad de regulaciones sobre el juego que existen en cada país. Así, en Italia y Francia estas empresas están sometidas a un férreo y estricto control que en muchas ocasiones asfixia su desarrollo y expansión.