La población inmigrante de las Islas experimentó el año pasado su descenso más brusco desde, al menos, 1998. De hecho, el volumen de extranjeros no había hecho más que crecer con la salvedad del año 2011, cuando disminuyó de forma muy ligera respecto al anterior (solo en 370 personas).

Según la actualización del Padrón Municipal difundida ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Canarias tiene 9.607 residentes extranjeros menos que doce meses antes, lo que en términos relativos representa una bajada del 3,1%. Pese a eso, los datos confirman que las Islas son la única comunidad autónoma donde se incrementó la población; eso sí, lo hizo de forma muy tímida, en apenas 335 habitantes.

Así, la estadística del Padrón, referida al 1 de enero de 2013, concede a la región una población de 2.118.679 personas, de las que 301.234 tenían nacionalidad extranjera. En el mismo periodo, más de 190.000 inmigrantes abandonaron España o accedieron a la nacionalidad española. El país ha reducido su volumen de residentes extranjeros en un 3,3%.

Aunque no es descartable que parte del descenso de la población extranjera, tanto en Canarias como en el resto de España, corresponda al retorno de inmigrantes a sus países de origen o a lugares donde puedan encontrar mejores oportunidades, también parece evidente el efecto del intenso proceso de nacionalizaciones que se produjo en 2012, unas 100.000 en total.

Esto puede explicar que la población de nacionalidad española haya aumentado en 54.000 en todo el país y en 10.000 en las Islas.

La caída de foráneos que se produjo en la provincia de Santa Cruz de Tenerife (6.529 menos) dobló la de Las Palmas (3.078).

La única isla que registró un aumento de la población extranjera fue Fuerteventura, que ganó algo más de 1.000 residentes de nacionalidades distintas a la española y cuyo comportamiento es el que en mayor medida contribuye a explicar el ascenso demográfico del Archipiélago, pues cuenta con casi 3.000 habitantes más que un año atrás.

Tenerife, por contra, es la isla que más extranjeros pierde, prácticamente 5.000. No obstante, algunos de los municipios con más población foránea la incrementan. Son los casos de Adeje, Arona, Granadilla de Abona, Guía de Isora o Santiago del Teide. En cambio, baja notablemente en La Laguna (unos 2.300 foráneos menos) y San Miguel de Abona (6.600). Santa Cruz, por su parte, experimentó la marcha o nacionalización de 546 extranjeros.

En el conjunto del país, la caída de los ciudadanos extranjeros multiplicó por más que doce la que se produjo entre 2011 y 2012, cuando el Padrón contabilizó 15.200 inmigrantes menos.