El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, ha indicado este lunes que no apoya "ajustes drásticos" en la Administración si implican despidos masivos porque los trabajadores públicos "no son marcianos" y tienen "familias detrás".

En un coloquio incluido en las jornadas ''Reformas y Eficiencia del Sector Público'' de Deloitte y la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), ha rechazado la posibilidad de despedir a 5.000 sanitarios o 3.000 profesores porque los servicios públicos son "básicos" para lograr la cohesión social.

No obstante, ha dicho que la administración general y las empresas públicas se han "redimensionado" para adaptarse "a los nuevos tiempos" y ayudar a "priorizar" la prestación de los servicios públicos. "Somos una Comunidad Autónoma pobre, y no hay posibilidad para escoger entre lo público y privado", ha señalado.

En esa línea, ha valorado los esfuerzos del Ejecutivo canario por cumplir los objetivos del déficit hasta ser la Comunidad Autónoma menos endeudada pese al comportamiento "anómalo" del sistema de financiación. "Tenemos el compromiso de no hipotecar el futuro", ha dicho.