César Gil es un empresario vasco que hace más de una década intentó desarrollar un proyecto turístico de envergadura en el puerto de Tazacorte. Se gastó diez millones de euros en comprar terrenos y elaborar planes para residenciales, zonas comerciales y un hotel de cinco estrellas. Hay que sumar el dinero desembolsado para los abogados que ahora lo defienden después de que el ayuntamiento frenara su negocio por supuestos problemas urbanísticos e intereses de inversores locales. Inició entonces una guerra judicial contra los proyectos en Los Tarajales y La Naos, con sentencias a favor de sus tesis.
¿Cuándo decidió invertir en La Palma?
Yo vine a La Palma en el año 1987 y la Isla llevaba un retraso de inversión muy importante con respeto a otras islas, lo que desde el punto de vista empresarial suponía una oportunidad para desarrollar proyectos turísticos. En aquella época fue imposible. Volví en 2001, después de vender unos terrenos en la isla de La Gomera, aunque sin intención de invertir en La Palma. Sin embargo, por unas casualidades de la vida, llegué a Tazacorte y vi que era un lugar idóneo, sin desarrollar y decidimos hacer un proyecto para un puerto deportivo, zona residencial, área comercial y un hotel de cinco estrellas de 248 habitaciones. Cualquiera que llegue hoy al Puerto de Tazacorte es capaz de ver las posibilidades y bondades que yo vi en su día. Estoy seguro de que alguien hará allí lo que nosotros intentamos.
¿Por qué su proyecto no salió adelante?
Aquí han existido muchísimos intereses para que las cosas no salieran. Pasamos todos los filtros menos los políticos, los caciques y otros obstáculos que han sido imposibles de superar y que hicieron que esta inversión y otras que se quieran hacer en La Palma se vean frenadas. Lo que ocurre aquí es un problema de alarma social. En la Isla se piensa que la administración es la que genera economía.
Es decir, ¿todos estaban en su contra y usted tenía la razón?
La solidaridad o sumisión que hay en La Palma para hacer "trampillas" a una empresa, para mantener la hegemonía del que manda, nunca la había vivido. La Isla está entregada a determinados poderes fácticos y nadie se levanta contra eso. Aquí la gente es pasiva. Pero mire, ya hablarán los juzgados y se verá que tengo la razón.
¿Cuánto dinero se ha gastado entre compra de terrenos y elaboración de proyectos en Tazacorte?
Entre 10 y 12 millones de euros. A día de hoy seguimos invirtiendo, pero en los juzgados.
¡Tanto!, ¿Cómo se le ocurre?
En aquel momento tenía dos inversiones más en Vizcaya y otra en Madrid, pero el proyecto de Tazacorte era un proyecto estrella. Era una iniciativa en la que no solo creíamos nosotros, sino por la que también apostó muy fuerte el Banco Santander, que por aquel entonces nos apoyaba. Era el momento y el sitio para desarrollar un proyecto como el nuestro. Éramos 29 personas detrás del desarrollo turístico del Puerto. Cualquier empresario con posibilidades hubiera hecho lo mismo que nosotros.
El mismo Banco Santander que, por cierto, le ha embargado propiedades, ¿no?
Me quitó propiedades y las repartió entre sus amigos con subastas a la carta, pero no he perdido nada. Me lo quitaron, pero nada está perdido.
Concretemos. ¿Usted quería los terrenos para construir o para especular con el suelo?
¿Especular con el dinero que nos hemos gastado? Imposible. ¡Pero si hicimos los proyectos y los pagamos! Nunca se hizo ni una opción de compra. Todo se pagó. Había hasta un acuerdo firmado, que está en los juzgados, para alquilar el hotel a Occidental Hoteles. Era una inversión rentable. Muy rentable. La crisis hubiera pasado de forma diferente por Tazacorte si el proyecto que presentamos y pagamos se llega a ejecutar.
¿Decidió montar y financiar una emisora de radio en Tazacorte, Radio Murión, para dar "caña" a los políticos contrarios a su proyecto?
La radio se monta mucho antes, en 2005, aunque es verdad que la pusimos en marcha en 2011 porque necesitábamos que todo aquello que los juzgados nos habían negado, la gente lo supiera.
¿También los juzgados estaban en su en contra?
Sí, y se demostrará. Alguien tendrá que decir porqué un procedimiento como los Tarajales lleva catorce años o La Naos ocho, y cómo se ningunea a una persona que lo único que pide es que se le aplique la ley.
¿Ha contratado a Santiago Milans del Bosch como abogado para esta causa?
Sí. Esto es como el fútbol. Está llegando el partido estelar y hay que sacar a la prima donna. El desgaste moral y económico no lo van a conseguir. Si ese es el objetivo, se pueden ir olvidando. Santiago Milán del Bosh se suma, aquí no se va nadie, a todos los letrados que tenemos porque él, después de analizar el procedimiento, está convencido de que tenemos la razón. Si no lo viera así, no hubiera aceptado el caso.
¿Cuánto dinero está pidiendo en los juzgados?
Más de 52 millones de euros, con 75 céntimos. No vamos a perdonar ni los 75 céntimos. Si además hay cárcel para los culpables, pues bueno...