Estaba previsto que la manifestación contra las políticas del ministro de Educación terminara en la plaza de La Concepción de La Laguna, pero no llegó a su destino. A su paso por la Catedral la marcha se detuvo: dentro se encontraba el objeto de la rabia de los manifestantes, el impulsor de la polémica Ley de Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) y el responsable de la subida de las tasas universitarias y de la restricción de las becas.

Unas tres mil personas -según fuentes policiales- se habían dado cita en la ciudad de Aguere para expresar su descontento por el "ataque" a la educación pública y a la igualdad de oportunidades que, a su juicio, ha encabezado José Ignacio Wert.

Un desacostumbrado despliegue policial -incluido un helicóptero que cada vez que sobrevolaba la zona despertaba los abucheos de los presentes- parecía ofrecer un seguro contra los incidentes, que incluyó hasta lanzamiento de huevos y botellas de plástico. Pero, a pesar de todo, estos se produjeron. La Policía Nacional cargó contra un grupo de manifestantes después de que trataran de retirar las vallas que separaban la calle de la Catedral con la aparente intención de penetrar en esta. El resultado: cuatro detenidos y varios heridos, entre ellos uno de los jóvenes retenidos. Cuando la cabecera de la marcha -formada por representantes de los sindicatos docentes y de las asociaciones de padres y de alumnos- llegó a la altura del templo, frente a este ya se encontraba un numeroso grupo de manifestantes increpando al ministro, a quien en ningún momento consiguieron ver, ya que accedió al templo por otra puerta.

En el interior del edificio, y en declaraciones recogidas por Efe, Wert aprovechaba para recordar que los estudiantes canarios que participen en el programa Erasmus recibirán 650 euros frente a los 250 de media nacional.

Tras los primeros incidentes, la protesta se concentró en ese punto. Luego se produjeron algunas cargas más, aunque con menor contundencia. Ante la tensa situación, las puertas de los comercios de la zona permanecían cerradas. La manifestación comenzó a disolverse hacia las 12.30 horas, cuando empezó a difundirse la noticia de que Wert había abandonado la Catedral.

Fueron casi dos horas de intensa movilización, en la que los participantes exigieron la dimisión del ministro y escenificaron la oposición de la mayoría de la comunidad educativa a las medidas aplicadas por el Gobierno del PP en estos dos años de legislatura.