Más de quinientas fotografías antiguas, algunas con más de un siglo, conforman la exposición “Recuerdos de mi barrio”, que se desarrolla hasta el próximo 2 de febrero, en las Casas de San Antonio, rincón de La Matanza de Acentejo cuyos vecinos se volcaron en la iniciativa cediendo las imágenes que guardaban en sus álbumes familiares.

Manuela Baute, concejala delegada del núcleo poblacional de San Antonio, que linda con el barranco donde los guanches vencieron a los castellanos, fue la mentora de esta experiencia que ha resultado ser un éxito por varios motivos, entre los que destaca reunir testimonios gráficos de la mayoría de los vecinos que habitaron en el lugar, muchos de ellos ya fallecidos, y de algunos espacios y acontecimientos que ya no existen o han sufrido cambios muy notables y pertenecen al pasado, al mundo de los recuerdos.

La solidaridad ha sido la respuesta de las numerosas familias que han colaborado en la materialización de este proyecto, parte de cuyas imágenes se recogerán en un libro que publicará el Ayuntamiento de La Matanza, vol- cado en el apoyo de la investigación etnográfica referido a la villa tinerfeña.

“Fue una idea mía en la que quería reflejar cómo era antes mi barrio y la gente que ya no está. Hay foto- grafías de hace más de cien años. Iba casa por casa pidiendo imágenes antiguas que ellos tenían y la verdad es que me las daban sin problemas. Entonces, saqué copias con su permiso y se las devolvía. Tendré unas setecientas fotografías. Voy a continuar porque ha tenido una buena acogida la experiencia, porque cuando ven que las devuelves cogen confianza. Al final tuve que coger dos casas para hacer la exposición y el año que viene voy a seguir porque la gente sigue trayendo imágenes a la exposición. Estoy muy contenta con los vecinos porque abrimos la exposición el domingo pasado y ha habido algunos que me han traído ellos mismos fotos de sus familiares porque quieren que estén allí.”.

La reacción de los habitantes de San Antonio, que se han dado cuenta del valor del proyecto, ha dado como resultado la obtención de instantáneas en blanco y negro de mucho valor que ayudarán a recuperar e ilustrar cómo fue el pasado de la localidad.

“La más antigua tendrá cien años o más y es de la Feria de San Antonio, de 1906, otras son de las Casas de San Antonio. Hay un señor que murió con ochenta años y lo tenemos en los brazos de su abuelo, otro cuando lo trajo su padre cuando vino de Cuba, era como una tarjeta postal, además de muchos vecinos mayores de San Antonio, que ya están muertos”.

La exposición ha sido estructurada en varios apartados, según la temática. “Hay un apartado general, otro por familias, otro de la Feria de San Antonio... Otras imágenes reflejan cómo trabajaban en el campo, a qué se dedicaban, cómo vestían en el campo, en el monte, cuando iban a la iglesia, en los tomates. También tengo un apartado

dedicado a la Feria de San Antonio, a la que traían el ganado los vecinos. Otro del deporte de aquella época, la lucha canaria, había varios equipos en San Antonio. Hay una en la que está Francisco Espinosa, que fue uno de los mejores luchadores de toda Canarias”.

“Recuerdos de mi barrio” se ha convertido en un verdadero mosaico de detalles históricos que recrean más de un siglo de la vida de este núcleo poblacional, quizás el más poblado y antiguo de La Matanza. “Ha cambiado mucho la zona y las costumbres. Se ven fotos de cuando las calles eran de piedras, la mayoría de las casas que hay ahora no existían entonces, cuando la gente se casaba salía de su propia casa y se ve lo que eran las dotes, antes no había plaza, pero había dos campos de lucha -terrero- que ya no existen. Han desaparecido bastantes cosas”.