El Presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso y el director general de Langlee Wave Power, Julius Espedal, han firmado un acuerdo para promover la instalación de plantas de energía undimotriz, es decir, a partir de las olas, en la isla de Tenerife, según informó en una nota. Se trataría de implementar este tipo de energía sostenible en la isla como una alternativa real, competitiva y eficaz frente a las utilizadas hasta ahora.

Langlee Wave Power es una empresa noruega de energía marina que ha elegido Canarias para la fabricación de su generador. Se trata de un convertidor semi-sumergido y flotante- de nombre Robusto- que transforma el movimiento de las olas en energía eléctrica.

Para el presidente del Cabildo tinerfeño, “apostamos firmemente por el desarrollo de las energías sostenibles y la firma de este convenio de colaboración es una prueba definitiva de ello. Las condiciones de oleaje en Tenerife, sobre todo en el norte de la isla, son las mejores para la generación de este tipo de energía. Debemos aprovecharlo”.

La intención del Cabildo de Tenerife es participar activamente en el desarrollo, puesta en marcha y explotación de parques de olas en la comarca noroeste de la isla. Con este acuerdo, Tenerife se adapta al marco legislativo comunitario que marca como objetivo en el uso de las energías renovables, una cuota mínima del 20% del consumo final bruto de energía en el año 2020.

“Como archipiélago, Canarias puede y debe posicionarse como un referente en energía marina. Nosotros aportamos la tecnología y Canarias, el mar y el tejido industrial adecuado. Con la instalación de nuestros convertidores flotantes conseguimos que Tenerife sea pionero en el desarrollo de este tipo de energía en todo el mundo”, añade Espedal.

El convertidor de LANGLEE, Robusto, aúna los más punteros conocimientos de la tecnología offshore noruega con materiales estándar y de bajo mantenimiento. Precisamente su original diseño permitirá que la mayoría de los componentes puedan fabricarse o ensamblarse aquí, lo que potenciará la industria local y creará mano de obra cualificada en una economía maltrecha como la canaria.

La costa norte de la isla por las condiciones de sus olas, se propone como la localización adecuada para Robusto, que en su primera fase, tendrá una potencia de 132kW. De hecho, los municipios de Garachico, Buenavista e Icod de los Vinos planean ya instalar convertidores de olas en su costa. Con unas dimensiones de 30x50 metros, el convertidor se ensambla en tierra para después ser remolcado hasta el punto de instalación donde se anclaría; ensamblándose tantos aparatos como fueran necesarios según las necesidades energéticas a cubrir.

Canarias precisa una energía sostenible que le permita no depender únicamente de la importación de petróleo y combustibles fósiles sino aprovechar los elementos con los que cuenta (en este caso, el mar) para tratar de buscar alternativas energéticas. El convertidor Robusto de Langlee es ecológico y sostenible, no produce impacto visual ni ambiental y es compatible con las actividades recreativas marinas, algo muy importante en unas islas cuya principal entrada de riqueza es el turismo.

La instalación de parques de este tipo supondrá un estímulo para la inversión en I+D+i y la atracción de inversores y capital extranjero a Canarias. Tenerife se coloca a la cabeza de un proyecto que creará empleo cualificado en las islas y supondrá una alternativa real al elevado costo que otras energías renovables tiene en Canarias dada la particularidad de su territorio. El archipiélago se presenta como un lugar estratégico para el desarrollo del sector renovable marino. Esto significa, que Canarias puede convertirse- a corto plazo- en una empresa exportadora y un referente en este tipo de energía.