El director del informe PISA, Andreas Schleicher, considera, en una entrevista con Efe, que el profesorado español necesita más autonomía en la docencia y trabajar más en colaboración con los compañeros como uno de los factores que ayuden a mejorar los resultados académicos.

El subdirector de Educación de la OCDE, que participa en la XXVIII Semana de la Educación de Santillana, repasa la situación del sistema educativo español a la vista de la última Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA 2012), el papel del profesorado y la reforma educativa.

Pregunta: ¿Por qué el alumnado español sigue por debajo de la OCDE en Matemáticas, Lectura y Ciencias?

Respuesta: La inversión ha aumentado bastante, pero el rendimiento no ha mejorado. España no ha iniciado aquellas reformas de los países que tienen mejor rendimiento, no ha habido un aumento ambicioso de las aspiraciones de estudiantes, de profesores. Éstos no son dueños de su profesión.

P: ¿Por qué no?

R: El sistema español es muy prescriptivo. El Ministerio de Educación establece el currículum y los profesores son los que se supone que tienen que desarrollarlo, pero no se les ofrece una diversidad profesional ni se les permite progresar o contribuir al desarrollo de los contenidos, ni mejorar la práctica.

En países de Asia oriental, hay un ambiente de colaboración entre profesores, también de competencia, pero esto crea un entorno para una mejora constante. Es una combinación de autonomía profesional y cultura de la colaboración.

P: ¿Fallan los métodos de enseñanza y aprendizaje?

R: Los estudiantes en España reproducen bien lo que se les enseña, pero les cuesta extrapolarlo, utilizarlo con creatividad. Supongo que el problema es que les decimos exactamente a los profesores lo que tienen que enseñar. No son dueños para enseñar, no se les da libertad.

Lo mismo sucede cuando salimos del marco académico. Tenemos una mezcla tóxica de licenciados buscando trabajo y de empleadores que no encuentran a la gente con las competencias que necesitan.

P: ¿Qué me dice de la diferencia entre regiones en PISA?

R: Si se observan con detenimiento, son más bien pequeñas, así como entre colegios. Dos terceras partes de las diferencias se encuentran entre distintos alumnos dentro de cada uno de los centros. Ese es el reto.

P: ¿Pero, ha caído la equidad?

R: Hay inequidad. Se esperan cosas distintas de los distintos alumnos según su entorno social; no tenemos unas expectativas universales para todos. Eso es lo que nos diferencia en gran medida de Asia oriental, donde se espera lo mismo de todos. Es algo que falta por hacer.

P: ¿Necesitamos un cambio de actitud?

R: PISA nos muestra que en Asia cualquier alumno puede tener éxito en Matemáticas. Hay que crear un entorno de aprendizaje de alta calidad en que las aspiraciones para todos los alumnos sean las mismas.

P: ¿Qué hacemos con tantos repetidores?

R: Es una de las grandes ineficiencias. No es sólo el gasto que supone un repetidor, sino que tarda más tiempo en trabajar, pagar impuestos.

Estos recursos podrían emplearse en detectar los problemas al principio, ver quiénes necesitarán una educación personalizada. España ha sido muy monolítica, ha tratado a todos los alumnos como si fueran el mismo.

P: ¿Cómo influye la inversión educativa en los resultados?

R: Tiene un menor impacto del que suponemos. Menos del 20 % de las diferencias en el rendimiento se deben a la cantidad de dinero. En los sistemas con mejor rendimiento se invierte más en la calidad de los profesionales, no tanto en el número de alumnos por clase.

P: ¿Está bien preparado el profesorado?

R: La formación inicial está bien desarrollada; faltan perspectivas profesionales y que sientan que controlan la práctica.

P: ¿Y puede contribuir la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa?

R: Es un marco normativo que, en principio, es para aumentar la responsabilidad, la flexibilidad, la transparencia... pero las leyes no son las que determinan lo cambios en las aulas, sino los comportamientos. Lo importante es cómo se va a traducir en las escuelas.

En muchos países las claves del éxito han estado en la colaboración con quienes van a aplicar la legislación: profesores y directores.

R: ¿Qué es positivo en la ley y qué no?

R: Brinda muchas oportunidades, puede permitir un aumento de la autonomía de centros, de la coherencia del sistema, los exámenes (a final de etapa) incrementan el nivel de aspiraciones y expectativas.

Pero el reto es la implementación. Si se crea un sistema de dos vías -si se te dan bien los estudios sigues la formación académica, si se te dan mal sigues la profesional- entonces van a conseguir lo opuesto a lo que esperaban.

P: ¿Qué pasará si los resultados de la educación no mejoran?

R: El colegio de hoy es la sociedad y la economía del mañana.