"En octubre era un camarero en paro y ahora soy un empresario con varios trabajadores a mi cargo". Francisco Aguiar, vecino de Garachico, no esconde su satisfacción al hacer balance de los últimos meses de su vida. Conocer las subvenciones que concede el Plan de Acción por el Empleo del Cabildo de Tenerife (2013-2014) a las pymes y abrir su primer comercio, una tienda de regalos, fue casi inmediato. Agradece esta iniciativa pública "porque bombea dinero a las pequeñas empresas, a los que no saben por dónde empezar, no a los grandes".

Generar trabajo para desempleados con más dificultades de inserción laboral es el objetivo del Plan de Empleo del Cabildo, que, dotado con más de dos millones de euros, persigue crear más de un millar de empleos en un año mediante auxilios económicos para la contratación. La Fundación Insular para la Formación, el Empleo y el Desarrollo Empresarial (Fifede) gestiona su puesta en marcha. El vicepresidente y consejero insular de Empleo de la Corporación, Efraín Medina, subraya "la importancia de las pymes en la consolidación del tejido económico de Tenerife y, por tanto, en la creación de puestos de trabajo; de ahí que se haya focalizado la ayuda a las mismas".

Tras perder su empleo en un hotel el pasado septiembre, Francisco Aguiar no tenía claro su futuro. Todo cambió cuando, de forma casual, supo de una reunión informativa en el Ayuntamiento de El Tanque sobre el Plan de Empleo y las ayudas que concedía. Ese fue el detonante para emprender. No tenía nada que perder por acudir y sí mucho que ganar: "En el encuentro éramos cuatro, todos empresarios, menos yo. Recuerdo que faltaban ocho días para tramitar la ayuda y teníamos que conseguir la puntuación máxima para garantizar su recepción. En la Agencia de Desarrollo Local nos dijeron que cuantos más contratos creáramos, mejor. Y me tiré de la moto".

La colaboración institucional, que contempla el Plan de Empleo y que en el caso de Francisco se concreta entre Fifede y la AEDL del Ayuntamiento de El Tanque, facilita que personas como él ganen confianza y se atrevan a emprender generando empleo con el debido asesoramiento y apoyo. Aunque, a decir verdad, el impulso que le ofreció Jennifer, su pareja y empresaria, fue determinante para actuar rápidamente: "Ella ya tenía una tienda de regalos en El Tanque. Cogí la idea para abrir otra similar en Buenavista, aprovechando que había bajado el precio de los alquileres en un centro comercial".

Francisco se presentó a la primera convocatoria de ayudas del Plan de Empleo con la que se le confirmó la entrega de 16.000 euros para cuatro contratos indefinidos. Además de la de Buenavista, ya ha abierto otras dos tiendas en Icod y Garachico. Ante esta buena perspectiva, aclara: "Esta ayuda no la tengo que devolver ni tampoco pagar intereses". Recuerda que la contrapartida es ofrecer estabilidad laboral a sus empleados.

Trabajo, dinero ahorro sin el banco

El apoyo a la contratación laboral que generen las iniciativas beneficiarias por parte del Cabildo, según recoge el Plan de Empleo, está condicionado a que una parte significativa de ese empleo no sea transitorio y permanezca en el tiempo. Este apoyo puede facilitar la salida de una situación de estancamiento económico, contribuir a la diversificación de la economía insular y permitir la aparición de oportunidades de empleo nuevas en el mercado, como es el caso de este empresario novel que, mediante este auxilio, genera nuevos puestos de trabajo.

"El banco no hubiera dado a un parado los 16.000 euros iniciales y, si me los hubiera concedido, habría estado pagando más de 300 euros al mes durante cinco años. A esto hay que sumar el pago a la Seguridad Social e impuestos; vamos, imposible con la crisis", apuntó Francisco Aguiar.

A esta apreciación del empresario, su pareja, Jennifer, añade que el dinero que se ahorran en estos conceptos lo invierten en mercancía y publicidad de los comercios y subraya: "Con esta burbuja te despreocupas de sueldos y Seguridad Social".

El resultado en estos meses transcurridos, según el propio empresario, es simple y alentador: "Vivo con lo que gano y ahorro para lo que pueda venir. ¡Ojalá que se mantengan las tiendas!. No dudo de que será así".

En la tienda de regalos de Buenavista, Francisco contrató a Mercedes, vecina de esta localidad, acudiendo a la bolsa de empleo de la que dispone la Sociedad Insular para la Promoción de las Personas con Discapacidad (Sinpromi). Cuando la llamaron llevaba más de dos años en situación de desempleada. "Como tengo un 37% de discapacidad, tenía muy complicado conseguir un trabajo", pero ahora asegura que está feliz.

Mercedes trabaja a pocos metros de su propia casa y la lesión de columna que padece no le impide atender la tienda con profesionalidad. "Dios aprieta, pero no ahoga", dice a modo de corolario.