El centrocampista madrileño Aitor Sanz, que ha visto quince tarjetas amarillas en los 21 partidos que ha disputado con el CD Tenerife, ha recibido una amonestación cada 112 minutos, por lo que es el segundo jugador del equipo blanquiazul que más tarjetas amarillas recibe de promedio en los últimos 25 años.

En el último cuarto de siglo, de los futbolistas que disputaron más de 500 minutos con el Tenerife, solamente Fran Caínzos, en la temporada 2000/2001, era amonestado con más frecuencia que Aitor Sanz, con una tarjeta cada cien minutos.

Además, el mediocentro tinerfeñista es el jugador con más amarillas de la Liga Adelante, una situación que ha afirmado que "no es agradable", aunque ha resaltado que tampoco es algo que le "preocupe mucho".

El madrileño ha afirmado que le preocupa ver tarjetas amarillas en acciones que no son necesarias, como por protestar o por desplazar el balón, pero no tiene "ningún problema" por ser amonestado por hacer una falta.

Sanz ha dicho que es algo "anecdótico" y que se trata de detallas "para ir mejorando poco a poco".

Sobre el encuentro ante el Real Zaragoza, el mediocentro ha dicho que se fueron con una "sensación agridulce", ya que el equipo estuvo "a un gran nivel, ante uno de los rivales fuertes de la categoría", aunque dejaron escapar dos puntos, ya que lo justo, ha agregado, hubiese sido la victoria.

Aitor Sanz ha resaltado que es "increíble" lo igualada que está la clasificación en la Liga Adelante, sobre lo que ha dicho que, si se mantiene la dinámica, la salvación podría estar por encima de los cincuenta puntos".

"A ver si conseguimos enlazar un par de victorias y distanciarnos, porque si perdemos dos nos metemos otra vez abajo", ha recalcado.

El próximo rival del Tenerife, el Lugo, fue goleado ayer por el Girona (6-0), algo que a Aitor Sanz le ha "sorprendido" porque, normalmente, es un equipo que "no recibe muchos goles".

"A ver cómo les afecta porque es una arma de doble filo. Puede ser que les pese o que quiera reaccionar en casa y estén más enchufados de lo normal", ha concluido.