El consenso parlamentario que ha faltado en asuntos de importancia para las Islas como el empleo, la sanidad o la educación se logró ayer en torno al director general de Radiotelevisión Canaria (RTVC), Guillermo García. La Mesa del Parlamento y la Junta de Portavoces acordaron, por unanimidad, reprobar la actitud del director RTVC en la última sesión de la comisión de control, por su tono "amenazante" y "ofensivo".

Las amenazas y ofensas se dirigieron a la diputada del PP Águeda Montelongo, pero los cuatro grupos políticos del Parlamento (Nacionalista, Popular, Socialista y Mixto) interpretaron que afecta a toda la Cámara y lo que significa como representante de los ciudadanos.

En la citada sesión de control parlamentaria a la actividad de RTVC que ha provocado esta reacción del Parlamento, García advirtió a la diputada del PP que tuviera "mucha prudencia a la hora de hablar" de determinados asuntos de la Televisión Autonómica "no sea que más pronto que tarde le pasen factura".

También la acusó de actuar "como una espía al estilo de Mortadelo y Filemón" durante una visita que Montelongo realizó a la sede de RTVC.

El acuerdo de los grupos, que fue dado a conocer por los portavoces del PP, Australia Navarro, y del PSOE, Manuel Fajardo, es "un primer aviso", "un toque de atención" para que el Gobierno "tome cartas en el asunto". "La actitud del director de RTVC en la comisión deja mucho que desear, y es una falta de respeto no solo a una parlamentaria, sino al Parlamento en general", enfatizó Fajardo.

El Ejecutivo debe hacer saber a García que debe mantener la cortesía y las formas en el Parlamento, aunque no le gusten las preguntas a las que tiene que responder en la comisión de control de RTVC, agregaron ambos portavoces.

Si ese "primer aviso" no surtiera efecto y se repitiera el tono amenazante y ofensivo del director general, los grupos barajan adoptar otras medidas, como podrían ser una declaración institucional o una proposición no de ley conjunta contra el director general de RTVC.

En este punto, Fajardo no quiso hablar de una posible destitución de Guillermo García, cuestión que sí defendió Australia Navarro. "Si fuésemos el Gobierno lo destituiríamos", sentenció.

El portavoz socialista remarcó que "a uno le pueden gustar más o menos las preguntas en una comisión de control, pero eso no da derecho a insultar, vejar o utilizar un tono amenazante".

La decisión de la Mesa y de la Junta de Portavoces es "inédita" pero "conveniente", agregó Manuel Fajardo, quien precisó que el Reglamento del Parlamento no establece ningún procedimiento especial para personas que, como en el caso de García, son parte de un ente que depende del Gobierno pero no son parte directa de la estructura.