Ana Laura Simoes Ramos, una las dos miembros del jurado de murgas adultas para valorar las voces y la calidad musical, rompió ayer su silencio para desmentir, entre otras cosas, que ella hubiera pactado con otra compañera las notas que "coincidieron", de la primera a la octava murga finalista de Santa Cruz. Y precisa que fue la primera en dar en alto sus notas en el apartado de voces y calidad musical, el único que puntuaba, al margen de haberlas comentado con otros miembros. Insiste en que no tenía conocimiento entre sus notas y la de otro miembro hasta que se publicó en prensa, el domingo, días después.

Para ella, otros miembros del jurado le "echan el muerto" a quienes votaron solo voces y calidad musical para quedar bien con las murgas que no ganaron. Una de las dos licenciadas en Música que integraban el jurado en voces recuerda que su apartado solo supone el 25% de la puntuación final, pues el 50% corresponde al repertorio y el 25% a la inteligibilidad. Simoes asegura que el fallo poco habría cambiado sin su puntuación. Además, recuerda que, cuando dictaron las puntuaciones al informático y a la secretaria, vieron que coincidían y no les dijeron nada de cambiarlas. "Eso demuestra que no había problema en que dos personas coincidieran, si no se lo hubieran dicho"; e insiste en que "no sabían que habían coincidido".

Laura Simoes asegura que nunca ha sido seguidora del concurso de murgas ni conoce a componentes, siendo la primera vez que presenciaba actuaciones en directo de murgas. Añade que carece de afinidad por las murgas, habiendo aceptado ser miembro del Jurado como experiencia profesional, toda vez que carecía de pretensión económica alguna. Al revés, "ha supuesto una grave pérdida de ingresos el haber participado como miembro del Jurado, ya que tuvo que dejar de impartir sus clases como profesora de piano y lenguaje musical, y todo ello a cambio de 200 euros, que descontadas las retenciones del IRPF se quedan en 160 euros por los 5 días de concurso". Es absolutamente incierto que estuviese en ningún tipo de celebración tras la final, asegura Simoes.

También negó que, como han dicho otros jurados, existiese ningún tipo de queja pública de ningún miembro del Jurado sobre el resultado de la suma de las puntuaciones otorgadas. "No existió deliberación y todos firmaron el acta sin mostrar ninguno su disconformidad".

Laura Simoes lamenta que se filtren puntuaciones -como se le atribuyó a ella y a su compañera en voces- y situaciones que se dieron durante el concurso. Afirma con contundencia que es falso que ella filtrase las puntuaciones de la primera fase. Simoes sí recuerda los comentarios realizados por otros jurados al término de las actuaciones de las murgas que, de trascender, dice, "los desprestigiarían públicamente". Pero dice no querer entrar en ese juego y solo da esta explicación porque se ha puesto su honor en entredicho.