Aún es pronto para saber si le valdrá para volver a una convocatoria, pero, al menos, ha entrado en la cuenta atrás de la visita al Castilla preparado para competir. Una vez superado el cuarto obstáculo de la temporada, a modo de lesión, Aday Benítez encara lo que resta de Liga sin miedo a las recaídas y dispuesto a aprovechar cada entrenamiento y cada partido. “Seguiré apretando hasta el último día”, asegura convencido.
¿Ya está listo para jugar?
La semana pasada hice un trabajo progresivo e incluso llegué a entrenar al margen un día, pero fue solo por precaución, para mejorar. Puedo decir que ya estoy en plenas condiciones. El míster decidirá si cuenta o no conmigo.
Se ha vuelto a recuperar de una lesión antes de lo previsto por los médicos. ¿Cuál es el secreto?
En esta ocasión sufrí una rotura muscular. Se trata de una lesión que normalmente te tiene de baja entre dos y tres semanas, pero también se puede alargar un poco ese período de tiempo. En mi caso hemos conseguido que esté bien en unos siete días. Me alegro y espero ayudar al grupo.
¿Qué hay de los riesgos que se corren al adelantar los plazos?
Cuando me operaron en septiembre de la rodilla, recuerdo que comenté que iba a hacer lo máximo posible por ser responsable y esperar lo que hiciera falta para recuperarme de la mejor manera, pero resulta que siempre evoluciono bien cuando me lesiono, y no sé si es por mi genética o por qué otra razón. Cuando pasan estas cosas hay que ver cómo se siente cada uno, al margen de los plazos que se establezcan. Por suerte, tardo menos en curarme.
Se le ve con el mismo carácter optimista de siempre...
Es que todavía quedan partidos, estoy en una categoría muy bonita y tengo ganas de jugar. Seguiré apretando hasta el último día.
¿No le desespera comprobar que pasan las jornadas y no logra entrar en la dinámica de la competición?
Por un lado estoy contento y me veo con ganas de estar aquí y jugar, pero por otro me siento un poco frustrado por haber tenido cuatro lesiones desde que llegué al Tenerife el pasado verano. Pero prefiero ser optimista, salir de este bache y pensar que no caeré en otro.
Entonces, ¿cómo se toma los últimos meses de la temporada?
Para cualquier futbolista siempre es complicado verse dentro y fuera del equipo constantemente, pero hay que saber manejar estas situaciones de la mejor manera y, sobre todo, tratar de que nada de lo que te suceda te afecte en lo anímico. La clave es ser lo más fuerte posible y ayudar.
¿Es igual de entusiasta al analizar las opciones del Tenerife de llegar a la meta?
Sí, por supuesto. Lo soy, sobre todo al ver cómo está el equipo. Vamos a llegar al objetivo y no creo que vayamos a tener problemas. De todas formas, está claro que estamos en una categoría muy complicada e igualada. Pero llegaremos a los cincuenta puntos. A partir de ahí ya veremos qué pasa.
Cuando dice eso de “a partir de ahí”, ¿en qué piensa? ¿Hasta dónde puede llegar el Tenerife?
Lo que pasa es que al ganar en Lugo nos colocamos en una posición muy cómoda y la gente nos ha estado preguntado estos días si llegaremos más arriba o no, pero también hay que tener en cuenta que una derrota el pasado domingo nos habría metido de nuevo abajo. En definitiva, es mejor ir jornada a jornada y, en este caso, tratar de sacar un buen resultado en el campo del Castilla.
Aunque no vaya a decir los nombres, ¿tiene algún candidato claro a bajar a la Segunda División B?
Cuando miro la parte baja de la clasificación me llama la atención la igualdad que sigue habiendo en lo que a puntos se refiere. Me parece que llegaremos a las últimas cinco jornadas de la misma manera, sin que haya ningún club descendido de forma matemática. La verdad es que me resulta difícil mojarme en este asunto. En cambio, sí tengo más claro lo que pasará en la lucha por el ascenso. Por ahí hay equipos que no pierden y que estarán arriba.
¿Qué le sugiere el Castilla-Tenerife de este sábado?
Lo que me parece es que será un gran partido. Y tendremos que poner todos los sentidos para sacarlo adelante. Ahora mismo es una cita clave para nosotros, ya que nos podríamos situar en una posición mucho más cómoda en la clasificación y vivir otra semana de tranquilidad. Para ello habrá que superar a uno de los adversarios más peligrosos que hay ahora mismo en la Liga. Aunque el Real Madrid Castilla esté en la parte baja de la tabla, ha partido de cero en la segunda vuelta y se está mostrando como un conjunto muy complicado. Sus números en las últimas jornadas lo dicen todo. Es un rival rápido, dinámico y con mucha calidad. Tiene jugadores que marcan diferencias y habrá que estar muy atentos.
Lo de tener una semana tranquila puede prestarse a una doble lectura por el miedo los aficionados a que el equipo baje la tensión...
Solo se trata de que venimos a entrenar con más tranquilidad, pero sabemos que ese clima favorable te lo cambia un partido. Si no hacemos bien las cosas en Madrid no habrá tanta tranquilidad, así que tendremos que rendir al máximo.