El Ayuntamiento de La Laguna, a través de la concejalía de Obras e Infraestructuras, ha iniciado por vía de emergencia la obra de reposición de la prolongación de la calle Padre Herrera, ante el peligro de que la continuación de su desplazamiento lateral colapsase dicha vía a hacia el barranco de La Verdellada, en la zona del Timple.
Esta calle, construida sobre la canalización del antiguo barranco de la Carnicería en los años 90 para dar salida a los vehículos procedentes de la zona de La Milagrosa hacia la Vía de Ronda (pasando ante la delegación de Hacienda), había acrecentado su deterioro tras la intensa temporada de lluvias de este año, aunque la situación se había vuelto crítica en las ultimas semanas por detectarse el inicio de un desplazamiento lateral hacia el barranco.
En las últimas semanas se detectó que la vía estaba sufriendo un abombamiento inusual y al mismo tiempo un hundimiento pronunciado de más de un metro bajo rasante, en un tramo de aproximadamente 20 metros. Tras las correspondientes visitas y evaluaciones técnicas, esta semana se determinó que era necesario cortar el tráfico de la vía ante su riesgo de desplazamiento lateral hacia el barranco, por filtraciones de aguas subterráneas.
Ante esa situación de urgencia, la concejalía de obras tramitó este mismo jueves el decreto de la emergencia de los trabajos, que están consistiendo en el desmonte de la vía, la reposición de las redes de drenaje subterráneas y la posterior reposición de la calzada. Los técnicos municipales determinaron la emergencia por el riesgo para la seguridad de las personas que, en caso de una nueva alerta por lluvias moderadas, podrían provocar el colapso definitivo de la calle por filtraciones laterales.
El responsable de la concejalía de Obras e Infraestructuras, Jonathan Domínguez, supervisó este viernes el inicio de los trabajos, que se prevé estén terminados en el plazo de un mes. Hace un año se decretó otra obra de emergencia en este mismo entorno, debido a las inundaciones y colapso de las redes de drenaje en la trasera de la Iglesia de Santo Domingo, por lo que no se descarta que el desplazamiento de esta calle, situada esta en zona inferior, esté también relacionada con los barridos de tierra subterráneas como consecuencia de aquellas inundaciones.