La Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz de Tenerife, Emmasa, ha puesto en funcionamiento una línea telefónica, 900 848 483, que funciona 24 horas todos los días del año y que además es gratuita, con la que sus clientes podrán realizar tres operaciones: abonar sus facturas, advertir sobre averías y ser informados de la lectura de sus contadores, es decir, de su consumo.

La nueva línea telefónica se suma ya a los otros métodos de pago que existían anteriormente, como los cajeros automáticos, la oficina virtual, el abono en las oficinas centrales de la compañía.

Otra fórmula novedosa que ha sido acogida con creciente éxito, y que hace pocos meses se articuló, es la posibilidad de que el cliente pueda pagar sus recibos en un conjunto de establecimientos comerciales vinculados a la venta de loterías.

Así, desde principios de diciembre los clientes de Emmasa han dispuesto de otra vía para abonar más sus facturas de agua.

La compañía santacrucera ha establecido acuerdos con una docena de establecimientos comerciales que dispensan lotería para que sus clientes puedan liquidar sus facturas sin tener que trasladarse a las oficinas centrales.

Para abonarlas, el cliente tiene que presentar la factura que se le remite a su domicilio y abonar la cantidad correspondiente, un trámite que dura muy poco.

Según una nota de prensa remitida ayer por Emmasa, uno de los objetivos estratégicos que tiene la compañía es la mejora continua en la comunicación con el cliente.

Fue durante el pasado año cuando se atendieron y resolvieron un total de 6.875 incidencias, las cuales mediante el Servicio de Seguimiento de Incidencias sistematiza toda la información además de estudiarse de qué tipo son las incidencias que se registran en la empresa.

La compañía de aguas tiene un doble objetivo, que son resolver lo más pronto posible las incidencias además de intentar ordenar y sistematizar toda la información sobre las mismas.

Cabe recordar que Emmasa es una de las empresas que gestionan un servicio público de primera necesidad que cuenta con la figura del Defensor del Cliente, que media entre los clientes, sus solicitudes, demandas y la propia empresa para intentar consensuar una solución que sea satisfactoria para ambas partes.