El presidente de la Generalitat, Artur Mas, descartó ayer reunirse con el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, sin hablar de la consulta, y advirtió de que verse y no afrontar este debate "sería de zombis". En una entrevista de Rac1 opinó que sería ilógico encontrarse con el jefe del Ejecutivo central y no abordar uno de los temas principales de debate en Cataluña y el resto de España: "Dirían que me he vuelto loco. Nos correrían a gorrazos".

"Sería una reunión de zombis", ha abundado el presidente catalán, que ha respondido así a las invitaciones de Rajoy al diálogo siempre que no sea para hablar de la consulta de autodeterminación que el Govern, CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP prevén celebrar el 9 de noviembre.

"No es normal en democracia decir ''de esto no se puede hablar", continuó el presidente de la Generalitat, que explicó que hace meses que no habla con Rajoy pero que (a través de intermediarios) le ha hecho llegar mensajes de que está dispuesto a verse, siempre con respuesta negativa.

Consideró que el diálogo entre Gobiernos "no debe interrumpirse nunca aunque haya un conflicto muy grande entre ellos", por lo que abrió la puerta a debatir otros aspectos como la mejora de la financiación autonómica sin renunciar por ello a la consulta.

El presidente catalán admitió también que "las cosas podrían haber sido diferentes" si en septiembre de 2012 Rajoy hubiese aceptado negociar el pacto fiscal en la reunión que ambos mantuvieron en la Moncloa y que desembocó en la convocatoria de elecciones anticipadas en Catalunya.

Aunque afirmó que "no está perdido al 100%" que el Gobierno central la autorice Mas reconoció que es improbable que eso suceda, e insistió en que contempla varias opciones para que los catalanes ejerzan el "derecho a decidir".

Por otra parte, el Consejo de Ministros de ayer rechazó el requerimiento de incompetencia formulado por la Generalitat de Cataluña a varias disposiciones del Real Decreto por el que se establece la metodología para el cálculo de la retribución de la actividad de distribución de energía eléctrica.

En su escrito, la Generalitat argumentaba, entre otras cuestiones, que este real decreto no respeta la competencia autonómica de desarrollo legislativo de las bases del sector energético.