Se acabó la censura. El largometraje del tinerfeño Víctor Moreno "Edificio España" ya está en libertad. La cinta, cuya difusión estuvo prohibida durante 15 meses por una poderosa sociedad inmobiliaria ligada al Banco Santander, se proyectará esta noche, a las 20:30 horas, en el Aguere Espacio Cultural de La Laguna.

Un primer impulso. Eso fue lo que movió al cineasta santacrucero a empezar la planificación del rodaje de "Edificio España". "Yo vivía muy cerca de ese inmueble y un día me enteré de que estaba programada una rehabilitación integral de ese espacio emblemático; el primer rascacielos que se construyó en España, el proyecto que diseñó Franco como sinónimo de grandeza y prosperidad después de la Guerra Civil, un entramado inmobiliario en el que había apartamentos, hoteles, pisos privados, oficinas, galerías comerciales...", enumera el autor de un audiovisual que se exhibirá en doble sesión, a las 19:00 y 21:30 horas, en el TEA Tenerife Espacio de las Artes los días 14, 15 y 16 de marzo.

La memoria del lugar en el que se localiza la acción de "Edificio España" y las vivencias de los operarios -algo parecido a una especie de Torre de Babel del mundo de la construcción- que participaron en una rehabilitación que se programó en 2007 fueron las dos líneas de trabajo que usó Víctor Moreno (1981) para activar una idea que el realizador planteó como "un acto de exhibición, algo parecido a un retrato, de un espacio interior que ha sido clave en la historia de este país", explica Moreno antes de ofrecer su punto de vista en relación a un "secuestro" que él y los profesionales que formaron parte de este rodaje no conseguían entender. "Ellos alegaron unas razones comerciales que podían perjudicar los intereses de las personas que tenían alguna vinculación con el edificio España, pero no dejaba de ser bizarro que un documental de este tamaño y con una distribución reducida pudiera dañar una operación a gran escala", dice el autor, entre otros títulos, de "La piedra", un mediometraje que se autofinanció y que ya se ha difundido en medio mundo. "No fue fácil asimilar por qué no sé podía proyectar; solo sentía que estaba en el lugar adecuado en el momento equivocado", añade.

El Gobierno de Canarias dio una subvención de 40.000 euros a un proyecto que Víctor Moreno comparó con los principios básicos de la Revolución francesa. "Libertad, igualdad y fraternidad... De esos tres pilares básicos, nosotros sentimos mucha fraternidad procedente del mundo de la cultura en el momento en el que fuimos conscientes de que todo el trabajo que habíamos desarrollado en torno a Edificio España no se podía mostrar al público", recupera el impulsor de una experiencia que compara con los restos de un naufragio. "A medida que éramos testigos de ese proceso de demolición nos fuimos aproximando a las vidas de las personas que participaban en él. Eso ocurrió en plena crisis y, por lo tanto, a algunos les resultaba incómoda la realidad que captamos.

"Yo no me he inventado nada, solo me he limitado a registrar algo que ha pasado en este país", precisa un realizador que reside en Madrid, y que no había tenido la oportunidad desde 2010 de presentar en casa uno de sus trabajos ("Holidays"). "Tenerife era una mis prioridades a la hora de mostrar Edificio España porque desde aquí encontré unos apoyos (TEA Tenerife Espacio de las Artes) importantes durante el tiempo en el que no se ha podido ver la película", agradece Víctor Morales.

"Edificio España" transmite a los espectadores una visión caleidoscópica a través de una trama coral en la que hablan los protagonistas. "Cuando la situación se hizo imposible decidimos cambiar de estrategia para explicar lo que ocurría alrededor de una aventura que no vamos a olvidar nunca. Hicimos público el veto para liberar el proyecto, no con la intención de hallar mayor publicidad".

Casi un año estuvo Moreno analizando el "vaciado" de un edificio en el que confluían miles de recuerdos, muchos de ellos vinculados con los dos centenares de operarios contratados para transformar un escenario clave en la historia de este país. "Espero que este largometraje no deje secuelas en mi carrera... No debería dejarlas. Eso es algo que yo no puedo controlar, pero sí sé el tipo de cine que quiero seguir haciendo", comenta un joven que confía en no tener que pasar más por una situación similar. "Yo quiero hacer películas que se puedan ver; no películas que sufran este tipo de vetos".

Más allá de las cuestiones que esgrimieron los que silenciaron la obra de Víctor Moreno durante 15 meses, el canario se moja a la hora de denunciar que "desde que el PP ha llegado al poder la industria audiovisual en España no ha dejado de retroceder, entre otras cosas, porque no existe una política clara", critica en el instante en el que ofrece una visión personal que fue capaz de identificar en 2010. "Hace casi cuatro años que me di cuenta de que el cine que estaba en el subterráneo de la industria española, lo que etiquetan como género independiente, iba a acabar teniendo el protagonismo que tiene en la actualidad, aunque pienso que todavía quedan muchas cosas por hacer. Esto cambiará el día que una televisión le conceda el mismo trato a un largometraje como Edificio España que a una película mucho más comercial; cuando los cines ofrezcan unas posibilidades similares a los títulos de gran presupuesto y a los que hacemos un cine algo más modesto".

Sobre la nueva generación de cineastas canarios, Moreno realiza una última apreciación. "Las ayudas económicas fueron importantes y se cortaron justo cuando se veía que había un grupo que era capaz de hacer un cine de compromiso y de calidad. Hay que revitalizar el sector con otras soluciones para evitar que se pierda todo el trabajo realizado", concluye.