El tan extendido GPS para localizar objetos o personas no se usa en aeronáutica, cuyos protocolos de seguridad para incluir innovaciones son muy rigurosos pese a que esa tecnología aportaría grandes ventajas, por ejemplo para la búsqueda de aviones extraviados como el de la aerolínea de Malasia.

Así lo han explicado a EFE expertos del sector ante la desaparición de un avión el sábado pasado en pleno vuelo, sin dejar ningún rastro y con 239 personas a bordo.

En su opinión resulta paradójico que la proliferación de aplicaciones de geolocalización que existen en multitud de ámbitos en la vida diaria, como en los deportes, servicios sociales o en seguridad, no haya llegado todavía al mundo de la aeronáutica.

Así, han recordado que existen ya todo tipo de sistemas de GPS insertados en dispositivos móviles, o tecnologías impulsadas por gigantes como el buscador de internet Google y satélites.

Estos permiten desde la identificación de la ubicación exacta de montañeros accidentados en medio de una cumbre o en lugares de muy difícil acceso geográfico, hasta la localización de vehículos robados o zonas muy precisas en medio de la selva.

Sin embargo, la industria de la aeronáutica no utiliza aún la geolocalización, y sólo ahora empieza a usarla, pero únicamente navegación y operaciones como los aterrizajes.

Es un inconveniente para la localización de aeronaves extraviadas el hecho de que las señales emitidas por la denominada "caja negra" o registrador de vuelo, que en el caso de los aviones es naranja, sean imperceptibles cuando el aparato se encuentra sumergido bajo las profundidades del mar, según los expertos.

En su opinión, eso complica las labores de búsqueda del aparato. La "caja negra" es trascendental a la hora de conocer las causas del siniestro, dado que en él se almacenan los datos del vuelo, de forma hermética.

Según Sergio López, del Colegio de Ingenieros Aeronáuticos de España (Coiae), el avión de la aerolínea de Malasia extraviado se habría desintegrado por alguna causa y no por problemas técnicos, de acuerdo a los datos hasta ahora disponibles.

Ha recordado que se trata de una nave relativamente joven, que habría pasado supuestamente los protocolos de control pertinentes, y por tanto, no es normal que se pierda de repente sin dejar rastro, ni comunicación por parte de los pilotos ni señales técnicas de la existencia de problemas de funcionamiento.

Fuentes del ente público español Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA) han explicado a EFE que en aeronáutica se está empezando a utilizar el GPS pero sólo para navegación y operaciones como el aterrizaje, con la incorporación de sistemas que multiplican su precisión, dado que "en los aviones, un ligero fallo de posicionamiento tiene consecuencias devastadoras".

La situación es muy distinta en el caso de un automóvil porque, según ha explicado, no importa tanto que se pierda la señal del GPS durante unos segundos en un túnel o en el paso de una zona montañosa, como tampoco sería grave que la información sobre la posición del vehículo en un momento dado estuviera alterada unos pocos metros.

Sin embargo, en aviación, como en otros transportes colectivos, el posicionamiento exacto es fundamental, según las mismas fuentes.

El decano presidente del Colegio Oficial de ingenieros de Telecomunicación (COIT), Eugenio Fontán, ha insistido en las ventajas del uso de tecnologías como teléfonos móviles junto con satélites, como complemento a las radiobalizas blindadas en los aviones para transmitir situaciones de emergencia.

En su opinión, eso agilizaría considerablemente la localización de restos de navíos extraviados en los océanos y ha animado a la industria del transporte aéreo a incorporar con mucha más celeridad innovaciones tecnológicas de localización de aeronaves ya desarrolladas.