Toda incansable búsqueda tiene un preciado fin. Cuando de búsqueda de empleo se trata, alcanza un valor incalculable (especialmente en los tiempos que corren). Las empresas buscan candidatos llevando a cabo procesos selectivos que le suponen al menos, tiempo y dinero, los cuales han de ser invertidos de la mejor manera posible. Ambas partes, candidato y empresa, tienen en común la consecución de un objetivo y ambos pueden confluir o no en el éxito. Esta semana analizamos lo que buscan las empresas en los candidatos en el proceso selectivo.

La situación actual del mercado laboral pasa por uno de sus momentos más críticos y quizás muchas de la cuestiones expuestas pasen a un segundo plano para muchas empresas. Por ese motivo existen otras cuestiones influyentes en el desarrollo del negocio y su contribución a la obtención de beneficios.

El proceso de selección ha sido la base para escoger al perfil de candidato que más se ajuste al puesto a cubrir, y el mismo comienza desde mucho antes que se publica la oferta en cuestión e implica un análisis exhaustivo por parte de la empresa. El objetivo final es que el puesto de trabajo encaje en la estructura de la empresa, teniendo su razón de ser desde que la misma detecta la necesidad de cubrirlo. Desde ese momento, y en coordinación mutua de diferentes departamentos o áreas de la empresa, Recursos Humanos y dirección, se decide el perfil que más se ajuste al puesto requerido. Es aquí cuando se definen las competencias profesionales (orientación a resultados, grado de liderazgo, comunicación, o el trabajo en equipo), la formación necesaria (básica, profesional, superior, cursos y niveles de manejo de diversos programas) y demás requisitos que deben poseer los candidatos como la disponibilidad. De esta manera el candidato perfecto será el que se ajuste más al perfil demandado por la empresa en estos tres ámbitos.

Posterior a la recepción del currículum vitae, previo contacto directo con el mismo, y tras realizar una primera criba, la empresa continúa con el proceso, el cual puede reducirse a una entrevista de trabajo o con otras entrevistas, dinámicas, pruebas o tests. Las empresas buscan información del candidato a través de diversos medios. Haciendo uso de toda la información disponible del mismo: redes sociales (Facebook, Twitter y Linkedin entre otras), información contenida en internet (blogs y webs de empresas), contactos en común, y las referencias de personas de otras empresas en las que haya estado el candidato. Toda esta información dará una imagen previa que podrá determinar el que continúe o no en el proceso selectivo.

Una vez se ha citado al candidato en persona se analiza cuán válido es para cubrir el puesto. Mediante la entrevista, cuestionario, dinámica, la empresa pretende comprobar cuál de los candidatos se ajusta más al puesto en cuestión y lo analizará todo, absolutamente todo: actitud, conducta, formación, desarrollo del CV, puntos débiles y fuertes.

Finalizado el proceso selectivo la empresa comparará a los candidatos, categorizando los perfiles más afines al puesto y llevará a cabo la selección final. Como es lógico, posterior al proceso de selección y sin perder de vista la situación actual en la que se encuentran las empresas, dependerá de las condiciones que lleguen a un acuerdo que implique una relación laboral futura o no. Tras haber formalizado el contrato de trabajo, seguirá evaluando al mismo en su periodo de prueba inicialmente y posteriormente a lo largo de su etapa en la empresa.

Cada vez más las empresas dan importancia a lo que observan en el proceso selectivo en cada una de sus partes y se centran en las competencias profesionales que debe poseer el candidato para evaluarlas en relación al puesto en cuestión, pues suponen un porcentaje importante de adaptabilidad y éxito posterior en el mismo. Para conseguir ese fin las empresas se conciencian cada vez más que para obtener resultados en su negocio deben tener entre sus filas a aquellos candidatos que contengan aptitudes. Es decir, preparación y/o formación, actitudes concretas, que tienen más que ver con el profesional que el candidato lleve dentro, y unas competencias determinadas. En definitiva un conjunto de ser, saber y hacer.