El puerto industrial de Granadilla fue, durante más de una década, una de las infraestructuras sobre las que más se escribió, tanto en contra como a favor, y que más polémica han creado en Tenerife. El proyecto que en estos momentos se desarrolla dista mucho del que se planificó inicialmente en 1998 y se ha quedado reducido a una cuarta parte aproximadamente.

Las obras comenzaron, de manera definitiva, el 13 de julio de 2010 y, casi cuatro años después, una línea de "dique" sobre el mar es el mayor símbolo de que las obras avanzan de forma constante.

De hecho, la estructura que los ciudadanos ven desde la autopista del Sur es la escollera, así como el inicio del contradique; es decir, la protección del puerto de menor longitud e impacto ambiental. La escollera está realizada en más un 90 por ciento aproximadamente.

Al otro lado del recinto portuario, en dirección a Tajao, ya existe el denominado "Dique talud norte", que protegerá parte de las futuras instalaciones portuarias de tierra, concretamente el espacio definido en el proyecto como el área de graneles y el espacio dedicado a terminal de contenedores.

Actualmente, los responsables de la obra están a la espera de que sobre el terreno se instale una estructura que permitirá ir fabricando los elementos que compondrán el dique exterior, que tendrá en total casi un kilómetro y medio de ancho.

Este dique exterior irá rematado con otro elemento, denominado "martillo", de 270 metros de largo. Entre el contradique y el dique exterior ha quedado un espacio cuadrado en el que no existe cemento, sino agua, que los operarios denominan "la piscina".

Los camiones descargan, de dos en dos, el material de relleno en la embarcación que ha de transportarlo hasta el lugar donde resulta preciso su vertido.

Mientras, en el arranque del dique exterior, varios operarios vigilan los trabajos de hormigonado.