La cifra de canarios que viven en otros países creció un 7,5% durante 2013 hasta alcanzar las 146.029 personas, 10.200 más que un año antes. Los datos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE), publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), apuntan a que la presencia de ciudadanos del Archipiélago en el exterior se intensificó, puesto que en 2012 solo había crecido el 5,8%.

También revelan las estadísticas que este aumento superó la media nacional, que ascendió al 6,6%. El número de españoles que viven en otros países superó el pasado año los 2,05 millones de personas.

El fenómeno es complejo: afecta a nacidos en Canarias que se dirigen al extranjero para tratar de sortear la crisis, a los originarios de otros países que han obtenido la nacionalidad española y que han decidido volver al lugar del que proceden y a otros que la consiguieron sin salir de sus países al ser hijos o nietos de españoles. En 2013 se produjo un importante proceso de nacionalizaciones del que se beneficiaron más de 100.000 personas en España.

Así, casi un 77% del total de residentes canarios en el exterior -112.200 personas- nació en el extranjero, frente al 21,7% -31.700- que lo hizo en las Islas.

Los datos del INE confirman la brecha que separa a las dos provincias canarias en este aspecto. La mayoría de los residentes isleños en el extranjero están inscritos en Santa Cruz de Tenerife. Son 104.818 personas, casi un 72% del total, mientras que solo 41.211 corresponden a Las Palmas. Si solo se pone el foco en los nacidos en Canarias, los establecidos en el exterior de la provincia occidental prácticamente triplican a los de la oriental (24.750 frente a 8.795).

El incremento del volumen de ciudadanos del Archipiélago en el extranjero se concentra de forma especial en América, donde viven 130.264 canarios, 9.000 más que doce meses atrás.

Argentina es el país del mundo con mayor contingente de residentes españoles, pero en el caso de los canarios pesan más los "lazos sociales y redes familiares" con Venezuela y Cuba, explica Juan Francisco Martín, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de La Laguna (ULL).

Así, en la "octava isla" están asentados 72.000 canarios, 2.600 más que en 2012. En Cuba, por su parte, residen 41.508, unos 4.000 más. La mayor parte son naturales de ambos países que han accedido a la nacionalidad española, sobre todo en Cuba.

El fenómeno tiene "dos partes", según Juan Francisco Martín. Una corresponde a los canarios que optan por emigrar y otra, "la más importante", a los inmigrantes con nacionalidad española que deciden retornar.

Josefina Domínguez, profesora titular de Geografía Humana en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), aporta una tercer vertiente que, a su juicio, es el esencial en el caso de los "destinos históricos" para los isleños. "Los nuevos residentes españoles en Cuba y Venezuela responden al acceso a la nacionalidad española por motivos legislativos", asegura. En el primero de esos países, el impacto de la Ley de Memoria Histórica de 2006, que facilitaba la nacionalización a los descendientes de españoles, fue "espectacular", y se trata, apostilla, de personas "que nunca han pisado suelo español".

El Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero registra volúmenes de población, pero no es el instrumento más apropiado para medir la magnitud de los flujos migratorios, advierte Domínguez. Además, el contingente español en el extranjero "probablemente sea más alto" de lo que indica el PERE. Los requisitos más o menos exigentes de los países de destino y las particularidades del "proyecto migratorio" influyen en la decisión de registrarse en el padrón. Los que se dirigen a países europeos son los más reacios a darse de alta. Así, "los más infrarrepresentados son los españoles en el Reino Unido".