La joven directora canaria Nayra Sanz Fuentes es otro de esos valores isleños que se abre camino, poco a poco, en el difícil y competitivo mundo del cine. Su cuarto cortometraje, "Un día cualquiera",

casi recién salido del horno, ha sido seleccionado entre los más de novecientos que han sido presentados a la Sección Oficial a Competición del XVII Festival de Málaga Cine Español, donde se estrenará hoy.

Esta película, con veintiocho minutos de duración, también competirá con otras dos presentadas por cineastas canarios, que también han sido elegidas entre las veinticinco finalistas que se visionarán desde hoy en el Rectorado de la Universidad de Málaga. Ellos son David Pantaleón, que presenta "La pasión de Judas" y David Cánovas, que lo hace con "Mascarita".

Nayra Sanz, que cuenta en su haber con tres cortos más producidos por su empresa Rinoceronte Films, que fueron rodados en inglés en Nueva York ("Anniversary" 2009; "Encounter" 2010 y Things in common" 2011) y una largometraje (Tan antiguo como el mundo" (2012), es consciente del privilegio de concurrir a este certamen y encima con un estreno.

"La verdad es que es una oportunidad estar en el Festival de Málaga, que en estos diecisiete años ha cogido mucho reconocimiento en lo que es el cine español, además de la sorpresa de haber sido seleccionada cuando se han presentado más de novecientas cortos y encima estrenar en Málaga, porque es un estreno total, acabé el corto en enero. Empezamos a moverlo y es el primer festival donde hemos sido seleccionados. Así que estamos muy contentos".

Esta directora y guionista, que es consciente de las sorpresas innatas a este tipo de festivales, se mostró muy satisfecha con el trabajo desarrollado por los actores en su última producción. "No tengo una idea clara de lo que me puedo encontrar, aunque lo que si me ha sorprendido es que el jurado es amplio, son siete personas, entre actores y gente de la profesión. Pienso que juzgar entre siete es complicado".

Esta nueva propuesta de Sanz cuenta como es un día cualquiera en la vida de Ana, la protagonista, pero ni su novio, familia o amigos conocen su verdadera realidad, a pesar de ser parte de ella. "En este corto abordo algunos de los grandes problemas que atraviesa nuestra sociedad, como la incomunicación, la soledad, la ansiedad o la angustia, a través de un personaje en el que se pueden reconocer muchísimas mujeres".

"Este es el cuarto corto que hago. Los tres primeros son ficción y después un largo, que es Tan antiguo como el mundo. Yo digo que casi pertenecen a una tetralogía porque, a pesar de que los personajes no son los mismos, siempre hay elementos en común dentro de lo que de alguna manera sigo indagando. Debe de ser una obsesión que tengo, pues es esta comunicación tan particular que establecemos en el mundo desarrollado, en el primer mundo. Hablo de algo muy bonito, que es la comunidad, pero sin embargo establecemos casi lo contrario, que es una comunicación muy ensimismada, individualista en donde es muy difícil conocer a la persona que tienes enfrente", explicó.

"Este tipo de formas de relación que establecemos en nuestra sociedad genera opresión, aislamiento, angustia y dificultad de comunicarse con el de al lado. Me interesa mucho el tema de los espacios, el espacio exterior como lugar escenográfico, casi el teatro, y el interior, que es la casa, el lugar donde realmente te desenmascaras".

Nayra Sanz, que estudió en Madrid, Berlín y Nueva York, mostró su interés por la psicología y la sociología. "Me interesa cómo la sociedad condiciona las psicologías desde una perspectiva individual"

Esta inquieta cineasta, que ya tiene en camino otro proyecto para desarrollar, formó parte del equipo técnico del largometraje documental "Edificio España", del canario Víctor Moreno, que estuvo vetada por el Banco de Santander durante más de un año. No le gusta la censura, pero teme más la autocensura.

"Yo más que hablar de censura hablo de autocensura, que me parece más preocupante. Como uno ya metido en un sistema determinado se impone de alguna manera o asume que no puede hablar de algo. Eso tiene un doble poder, porque la autocensura está dando poder al que puede censurar. Entonces es un doble juego en el que siempre gana el poderoso, y esto es un ejemplo claro. Cuando se ha roto y ha habido gente que ha querido romper con esa autocensura ha conseguido que salga a la luz la película", matizó.

Vea en su móvil el tráiler del cortometraje "Un día cualquiera", que se estrenará hoy en Málaga.