La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias ha empezado a resolver las becas de la Comunidad Autónoma para este curso. Hasta ahora, el departamento dirigido por José Miguel Pérez ha resuelto ya algo más de 9.000 solicitudes, alrededor del 60% del total de las 14.500 presentadas, y ha denegado la mayoría de ellas, más de 5.500.

Esto supone que seis de cada diez peticiones de ayudas al estudio de los universitarios han sido rechazadas. La razón de la desestimación ha sido, en la mayor parte de los casos, que los alumnos solicitantes ya contaban con una beca -la del Ministerio de Educación- incompatible con la de la Comunidad autónoma.

El proceso ha arrojado hasta el momento los siguientes resultados: a 2.282 estudiantes de la Universidad de La Laguna (ULL) se les ha concedido la beca, y a 3.360 se les ha negado, mientras que los beneficiarios en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) han sido 2.182 y los que han visto su solicitud rechazada ascienden a 2.205. Además, a los 19 alumnos de otras universidades cuya petición se ha examinado en esta primera fase se les ha denegado, según los datos de la Administración educativa.

Los motivos para la desestimación son varios: no cumplir los requisitos académicos, sobrepasar los niveles de renta y disfrutar ya de otra beca son los más frecuentes, en especial esto último, puesto que fue la razón alegada por la Consejería para dar el no a casi 3.400 estudiantes.

La resolución de las becas de la Comunidad autónoma arranca cuando el Ministerio de Educación ya ha terminado de tramitar las suyas. Al menos ha sido así hasta ahora, porque el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, confirmó el pasado miércoles en el debate sobre el estado de la nacionalidad lo que los dirigentes de la Consejería ya habían adelantado: Canarias resolverá su convocatoria sin esperar por la del Estado, para así evitar retrasos excesivos a los alumnos, que, en el caso de obtener luego la del Ministerio, deberán devolver la autonómica.