El policía nacional tinerfeño radicado en Galicia Luis I. D. P. denuncia el silencio oficial ante su petición de una comisión de servicio para volver a la isla debido a la enfermedad de su esposa, que está en tratamiento por cáncer de mama. Sin familia a la que recurrir en la península, prevé que el panorama familiar empeore cuando ella acabe la quimioterapia e inicie la radioterapia, pues esa fase del proceso requerirá un largo traslado diario que obligará a llevarse a su hijo de 14 años a otra ciudad y a dejar a la niña pequeña sin colegio todo el tiempo que dure el mismo.

"En Tenerife no tengo problema", explica a los micrófonos de Radio El Día el policía. "No hay respuesta oficial, aunque desde el sindicato me dicen que se me niega el traslado", expresa desesperado. El motivo es que se le considera capaz de enfrentar su situación familiar y seguir adelante con el trabajo. "Ella se queda sola en casa cuando le dan el tratamiento", señala con preocupación, y los efectos son "tan fuertes" que la obligan a permanecer en cama 17 de los 21 días de los que dura la quimioterapia, remarca.

En todo caso, lo que más le preocupa es que a partir del 5 de mayo su esposa empezará la radioterapia, para lo que precisará trasladarse 120 kilómetros desde su casa. "En Tenerife tendría el hospital a diez minutos de casa", indica. "Pero aquí tendré que hacer 240 kilómetros cada día de tratamiento, que serán cinco semanas". Durante ese tiempo, tendrá que dejar a la niña pequeña sin colegio y al de 14 años le buscarán alojamiento en A Coruña.

Luis I. D. P., tinerfeño marido de una mujer enferma de cáncer al que deniegan una comisión de servicios a Tenerife en el CNP