Desde ayer, el jesuita lagunero y hasta ahora beato José de Anchieta es oficialmente santo, después de que el papa Francisco firmara el acto de canonización equivalente por el cual su figura sube a los altares.

De esta manera, Anchieta se suma en el santoral a Pedro de Betancor, el popularmente conocido como hermano Pedro, el primer religioso canario en ser canonizado.

Tras el anuncio oficial de la canonización de José de Anchieta, la ciudad de La Laguna y los templos de la Diócesis Nivariense celebraron con repique de campanas el acontecimiento.

A continuación, tuvo lugar una ofrenda floral conjunta en la que participaron el hermano mayor de la Hermandad de Caballeros Anchietanos, Esteban Afonso, en compañía del obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, y el alcalde de San Cristóbal de La Laguna, Fernando Clavijo, ante la casa Anchieta, un inmueble del siglo XVI que ha vivido distintas remodelaciones, ubicado junto a la plaza del Adelantado y donde consta que el ya santo vivió durante sus primeros años de vida.

En la cita también estuvieron presentes otros ediles municipales, como el primer teniente de alcalde, Javier Abreu, y la concejal de Patrimonio, Julia Dorta, así como numerosos miembros de la Hermandad de los Caballeros Anchietanos y representantes de la Cátedra Cultural Padre Anchieta de la Universidad de La Laguna, entre otros ciudadanos.

El insigne humanista y jesuita lagunero José de Anchieta (La Laguna, 1534 - Ciudad de Anchieta, Brasil, 1597) está considerado el apóstol de Brasil y se le reconoce la fundación de las ciudades de Sao Paulo y Río de Janeiro.

Partió de La Laguna en su adolescencia, y tras un periodo de estudio en Portugal, embarcó como misionero al Nuevo Mundo, contribuyendo a la evangelización del territorio que hoy es el Brasil y desarrollando una intensa actividad intelectual en numerosos ámbitos del conocimiento.

Compaginó su misión evangelizadora con un especial respeto e interés hacia el mundo indígena y su cultura, siendo precisamente el autor de los primeros textos de gramática del tupí, obra clave para el conocimiento y estudio del grupo de lenguas tupí-guaraní, además de otras muchas obras sobre poesía, dramaturgia, antropología o zoología.

Fallecido a los 63 años en Reritiba, actual Ciudad de Anchieta (en el estado brasileño de Espírito Santo), Anchieta es una venerada figura religiosa en este país sudamericano.

José de Anchieta fue beatificado por Juan Pablo II en 1980 y ayer santificado por el papa Francisco.

En su figura se reconocen las virtudes heroicas y una trayectoria misionera y evangélica ejemplar, de unión y entendimiento entre el Viejo y el Nuevo continente.

El 24 de abril, los caminos conducen a Roma

La próxima cita de los fieles devotos a San José de Anchieta está señalada para el 24 de abril, día en el que está prevista la celebración de una misa de acción de gracias en la iglesia de San Ignacio, en Roma.

La Diócesis Nivariense ya ha cursado invitación a distintos responsables públicos de la Comunidad canaria, como es el caso del presidente del Gobierno, Paulino Rivero; el máximo dirigente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, y el alcalde del municipio de San Cristóbal de La Laguna, Fernando Clavijo, así como el presidente del Parlamento, Antonio Castro.

Además de estas personalidades, distintos grupos y colectivos religiosos de la Diócesis Nivariense están organizando viajes a la Ciudad Eterna, en la idea no solo de estar presentes el jueves en la eucaristía que se va a celebrar en honor de la figura de San José de Anchieta, sino con el propósito de prolongar su estancia y asistir el sábado, 27 de abril, a la misa solemne que oficiará el papa Francisco y en la que se canonizará a Juan Pablo II y a Juan XXIII, dos pontífices queridísimos por los fieles.

La gran pregunta es si en esa celebración tan esperada y especial participarán dos papas, es decir, Francisco y su predecesor, Benedicto XVI, papa emérito, quien todavía no ha confirmado su presencia.

La celebración en honor del santo José de Anchieta se repetirá el sábado 10 de mayo, en la Catedral de La Laguna.