"En este asunto y en otros, a veces no sé a quién llamar en el PSOE", aseguró ayer el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, a raíz de la polémica suscitada entre los socialistas por la venta del Casino Playa de las Américas, un asunto que "han votado cinco veces a favor en pleno y en Consejo de Gobierno insular" sin contar con el aval de la Ejecutiva insular del PSC.

"El PSOE debería clarificar su posición y para eso he pedido una reunión regional del pacto" a través del secretario insular de CC, Fernando Clavijo. Alonso recordó que la privatización y reducción del parque empresarial del Cabildo forma parte del acuerdo del pacto a petición de los socialistas. De hecho, el presidente del Cabildo restó importancia a la situación en el marco del gobierno insular.

Los casinos de Tenerife, los únicos tres de carácter público existentes en el país, cerraron el ejercicio pasado con 12 millones de pérdida acumulada, siendo de 3 millones de euros en cada uno de los dos últimos ejercicios, cifrándose los beneficios del ubicado en Playa de las Américas de 100.000 euros en 2012 y de 17.000 euros en 2013.

Carlos Alonso reiteró que el gobierno insular "no quiere asumir la pérdida de empleos" que supondrá la liquidación, por ley, del Casino Taoro al final de este año si se consuma la previsión de que tendrá pérdidas. Con ello justifica la venta del Casino Playa de las Américas en unas condiciones que obligarán a mantener los puestos de trabajo durante cuatro años.

"No se puede malvender patrimonio", dijo el presidente-portavoz del Grupo Popular en el Cabildo, Antonio Alarcó, quien señaló que "no es momento de tomar medidas rápidas", pero aclaró que la Corporación insular "no puede ser la mayor empresa de la Isla ni competir con la sociedad". En cualquier caso, defendió la venta "de todas las empresas deficitarias salvaguardando el empleo".

Alarcó incidió en que "debemos valorar la parte social de la actividad de los casinos", en alusión al dinero que estas empresas destinan a organizaciones relacionadas con la atención a los desfavorecidos, y aseguró que "el de Playa de las Américas es el casino cuya venta corre menos prisa".

En cualquier caso, pidió al gobierno insular que se centre "en la política social".