El "Don Quijote" optimista compuesto para la ópera por Jules Massenet revivirá en el Auditorio de Tenerife en funciones infantiles, en las que los niños ayudarán al hidalgo caballero a conquistar a Dulcinea bajo un cielo lleno de estrellas y le animarán en su lucha contra los molinos de viento.

El título de Massenet ha sido reducido de sus más de tres horas de duración a unos setenta minutos con el objetivo de captar la atención de los niños que acudan a las funciones programadas en el Auditorio el 24 de abril, en total 1.500 alumnos de 19 colegios, y el 26 y 27 del mismo mes dirigidas al público familiar.

Este recorte de tiempo ha supuesto "sacrificios" al eliminar fragmentos musicales "bellísimos" de la obra de Massenet pero también ha primado el ofrecer a los niños el Quijote más optimista, y no el vilipendiado y triste hasta la muerte de los últimos actos, dijo en rueda de prensa el director de programación del Auditorio de Tenerife, José Luis Rivero.

La directora de escena, Giorgia Guerra, señaló que los niños son los espectadores más exigentes, puesto que tienen que creer lo que están viendo, y mientras los adultos pueden suponer que el protagonista está loco, el público infantil sin embargo aprenderá valores como la valentía, la amistad y la ternura.

El espectáculo contará además con el dinamismo de la compañía de ballet de la isla y la directora de escena se congratuló de que el Auditorio se plantee una producción dirigida al público familiar con el mismo rigor que un título para adultos.

La escenografía se basará en un libro gigante que contiene el principio del texto del Quijote de Cervantes y que según avanza la ópera, se va transformando en los molinos de viento y en la casa de Dulcinea del Toboso.

Los escolares que acudan a la ópera trabajarán previamente con sus profesores el material que utilizarán para sumarse a las hazañas del caballero de la Mancha: una barba y bigote, el yelmo, y una estrella con la que le acompañarán en su serenata para enamorar a Dulcinea.

Los niños que acudan al resto de funciones con sus padres recibirán este material en una bolsa de saco al llegar al Auditorio porque, añadió Giorgia Guerra, se trata de que los más pequeños entiendan que con la ópera pueden jugar y divertirse, aunque como puntualizó el consejero de Cultura del Cabildo de Tenerife, Cristóbal de la Rosa, no se trata de que vayan de excursión al recinto, motivo por el que se han desarrollado dos líneas de trabajo.