Se reencontró de golpe el Real Madrid con su maldición europea, la que sufre en Alemania, donde ha perdido 19 partidos europeos de 26 disputados, y firmó un amargo pase a semifinales, a punto de tirar por tierra tres goles de ventaja y dejando muchas dudas por despejar.

Carlo Ancelotti no logra librarse de un sambenito que comienza a dañar su imagen como técnico madridista. En los días grandes su equipo no está a la altura. En Dortmund, en el peor partido de toda la temporada del Real Madrid, volvió a quedar demostrado.

Podría argumentar el técnico italiano dos 3-0 a su favor en esos días. En el partido de ida de las semifinales coperas ante el Atlético de Madrid o la ida de los cuartos de final de Liga de Campeones frente al Borussia, con más pegada que buen juego, pero la realidad es que en días señalados han llegado los malos resultados. Cinco derrotas de Ancelotti. Ningún triunfo en Liga ante los dos rivales con los que compite por el título. Y un encuentro en Dortmund que a punto estuvo de convertirse en batacazo europeo.

El Real Madrid repitió los mismos errores de la pasada temporada. Jugó como si ya estuviese clasificado, sin haber analizado cada uno de los fallos que provocó que encajase cuatro tantos imposibles de levantar en sus últimas semifinales. Ante la baja por lesión de Cristiano Ronaldo, Ancelotti apostó fortalecer el centro del campo. No sirvió de nada. Asier Illarramendi superado, Xabi Alonso tarde a todas las acciones, Luka Modric corriendo sin sentido. El penalti perdonado por Di María y los dos goles de Reus en el primer acto hicieron temblar los cimientos madridistas.

Laterales sin ayudas, centrocampistas sufriendo sin balón, poca aportación de los extremos por bandas y graves errores de concentración. Nula agresividad y un físico que comienza a agotarse. Los jugadores parecían superados por la situación y se encerraron en su terreno de juego.

La entrada de Isco primero y Casemiro después, más la actuación de Casillas, con dos paradas salvadoras y su eterna alianza con los postes, evitaron el desastre. Superado el susto, la plantilla madridista tomó la lección como un aviso. "Esto lo pagaríamos caro en semifinales", avisó el capitán Casillas y es la conclusión de todos. Así no ganarán títulos. La esperanza es que fuese un día malo, pero tras las derrotas que complicaron la Liga ante Barcelona y Sevilla, el análisis es más profundo.

Por el camino dejó un récord europeo. Había marcado el Real Madrid en 34 partidos consecutivos en Liga de Campeones, 22 de ellos a domicilio. La ausencia de Cristiano Ronaldo fue un factor decisivo para que se cortase. Su presencia asegura gol, tras marcar en sus últimos ocho partidos en la competición. Sufrió como ninguno en el banquillo, impotente ante la imagen que dejó su equipo y sin poder salir a ayudar por la lesión que sufre en el tendón rotuliano.

El portugués guarda reposo para estar en condiciones de jugar en la final de Copa del Rey de dentro de siete días. La primera opción de título para Ancelotti, que necesita un triunfo ante el Barcelona para demostrar que es un técnico que da trofeos y puede con rivales directos. En caso de derrota el ambiente que generará comenzará a ser negativo antes de afrontar la recta final de Liga y Liga de Campeones.

Hasta ayer el camino del Real Madrid en la ''Champions'' era inmaculado. Todo victorias y un único empate en la visita al Juventus en la fase de grupos. No perdía precisamente desde aquel 4-1 de hace un año en Dortmund. A Ancelotti que hace dos días cumplía años de su debacle 4-0 con el Milan en Riazor ante el ''Super Depor'', en 2002, se le volvieron a pasar muchos fantasmas por la cabeza.