El primer ministro australiano, Tony Abbott, se mostró hoy confiado en que el operativo de búsqueda del avión malasio desaparecido en el océano Índico halle las cajas negras tras reducir el área de rastreo y descartar que la señal detectada la víspera pertenezca a la aeronave.

"Estamos confiados en que sabemos la posición de la grabadora del vuelo de la caja negra, con un margen de algunos kilómetros", apuntó el mandatario australiano desde Shanghái, donde se encuentra en visita oficial a China.

Las autoridades australianas que coordinan la búsqueda, por su parte, redujeron este viernes a 46.713 kilómetros cuadrados, delimitadas en tres zonas en el noroeste de Australia, el área de rastreo del aparato.

Las tareas se intensificaron en unos 600 kilómetros cuadrados a 1.670 kilómetros al noroeste de la ciudad de Perth en la que el pasado miércoles se lanzaron decenas de boyas con dispositivos de rastreo acústicos, reporta la cadena local ABC.

El director del Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas, Angus Houston, indicó en un comunicado que la señal captada la víspera por un avión australiano no está vinculada a las cajas negras de la aeronave de Malaysia Airlines.

"No ha habido ningún descubrimiento importante en la búsqueda del (vuelo desaparecido) MH370", señaló Houston.

Desde que el pasado martes el buque australiano Ocean Shield captara dos señales, de las cuatro en total, no se han vuelto a recibir transmisiones que supuestamente proceden de las cajas negras de la aeronave, cuyas baterías pueden están cerca de agotarse.

Hasta ahora las pistas "más prometedoras" en la búsqueda del avión las ha proporcionado el buque australiano Ocean Shield, que lleva un detector de cajas negras y que registró un total de cuatro señales, el sábado y martes pasado, al norte del área designada para la búsqueda.

A unos 600 kilómetros al sur del lugar de operaciones del Ocean Shield se encuentran dos barcos, Haixun 01 y el navío británico Echo, que también intentan captar transmisiones acústicas.

Los equipos de rescate trabajan a contrarreloj para reducir lo máximo posible la zona de búsqueda e iniciar el peinado con el vehículo sumergible no tripulado Bluefin-21, embarcado en el Ocean Shield, que puede operar hasta los 4.500 kilómetros de profundidad.

"Esperamos conseguir toda la información que podamos antes de que las señales expiren", señaló Abbott.

"Sin embargo, conocer la posición aproximada de las cajas negras no significa la recuperación de los restos a unos 4,5 kilómetros bajo el nivel del mar o, finalmente, determinar todo lo que sucedió en el vuelo" que varió completamente su rumbo, indicó el mandatario.

El vuelo MH370 de Malaysian Airlines despegó de Kuala Lumpur en la madrugada del pasado día 8 de marzo con 239 personas a bordo y tenía previsto llegar a Pekín seis horas más tarde.

El avión desapareció de las pantallas de control de radar a los 40 minutos de su despegue y cambió de rumbo en una "acción deliberada", según las autoridades malasias, para cruzar el Estrecho de Malaca en dirección contraria a su trayecto inicial.

Iban a bordo 153 chinos, 50 malasios, siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos neozelandeses, dos ucranianos, dos canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y dos iraníes que utilizaron los pasaportes robados a un italiano y un austríaco.

La Policía malasia ha dicho que no considera a los 227 pasajeros responsables en los supuestos de secuestro, sabotaje o de alguna acción causada por problemas personales o psicológicos, aunque sigue investigando a la tripulación de nacionalidad malasia y también contempla un posible fallo técnico.