El presidente sirio, Bachar al Asad, visitó ayer la localidad de mayoría cristiana de Malula, retomada por las tropas del régimen hace siete días, donde prometió mano dura contra el terrorismo y dijo que esta lacra "no borrará la historia de Siria". En un inusual viaje fuera de Damasco, Al Asad deseó desde Malula "una Pascua bendita para todos los sirios y el retorno de la paz y la seguridad a todos los rincones del país", según la agencia oficial siria, Sana. Al Asad recorrió el monasterio de San Serkis y Bajus para informarse de los daños sufridos por el edificio cuando estaba "en manos de los terroristas", como se refiere a los rebeldes. "Nadie, sea cuál sea el grado de su terrorismo, puede borrar nuestra historia humana y civilizadora. Malula resistirá frente al salvajismo y la oscuridad de aquellos que atacan la patria", destacó.