¿Por qué las tasas de abandono escolar son tan altas en Canarias? ¿Qué factores predisponen a dejar los estudios antes de lo aconsejable? ¿Cómo influye el contexto académico, social y familiar en este fenómeno? Una ambiciosa investigación encargada por el Gobierno regional a un equipo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) trata de responder a estas preguntas.

Entre sus conclusiones figura que el alumnado de Secundaria que disfruta de una beca presenta un menor riesgo de abandono temprano y que la supervisión e implicación de las familias es un elemento clave que explica muchas de estas situaciones.

Más de 3.500 estudiantes, 2.200 familias, casi 660 docentes y 57 equipos directivos y orientadores de otros tantos centros de Secundaria han participado en el estudio, algunos de cuyos resultados fueron adelantados recientemente en el Parlamento por el consejero de Educación, José Miguel Pérez, y que pretende disponer de datos científicos para adoptar medidas que favorezcan la continuidad de los alumnos en el sistema educativo.

Aunque resulte obvio, la investigación establece que los estudiantes con un buen rendimiento están menos expuestos al riesgo de abandonar tempranamente. La repetición de curso, en cambio, obra en sentido contrario al propiciar el rechazo al aprendizaje y al alumnado con el que el repetidor tiene que compartir las clases -que no son aquellos con los que inició su trayectoria escolar- y al minar la autoestima.

En cuanto a las asignaturas con mayor peso en el riesgo de abandono, suspender con bajas calificaciones -alrededor de un 3- dos de las tres más determinantes -Matemáticas, Lengua e Inglés- constituye un indicador fiable de este peligro.

El estudio detecta un riesgo superior en los alumnos varones, debido a que en las chicas se produce una mayor supervisión educativa y un mayor nivel de apertura de los padres.

Las características del estudiante con riesgo de abandono son similares a las del absentista: peores competencias en su desarrollo personal, peores relaciones con el profesorado y con sus compañeros y peor motivación.

La predisposición a dejar los estudios sin una titulación que vaya más allá de la de ESO se da más en los entornos urbanos, en concreto en las áreas metropolitanas de las dos islas capitalinas.

El análisis del contexto familiar permite extraer algunas conclusiones llamativas, como que las familias reconstituidas -parejas con hijos de uniones anteriores- tengan hijos con mayor riesgo de abandono. Cuando los padres cuentan con estudios superiores, el peligro es más bajo. En el caso de la situación laboral se da una peculiaridad: si las madres trabajan y tienen buenos niveles de ingresos, sus hijos tienen menos riesgo; pero si son los padres los que lo hacen, el riesgo es superior.

El estudio indica, asimismo, que la participación en las asociaciones de padres de las familias de los alumnos potencialmente inclinados al abandono es todavía más baja que la general.