El Partido Socialista mantendrá el pacto en el Cabildo de La Palma. Sí, otra vez. Suena a información repetida... y casi lo es. Los hechos son los mismos de "siempre": Ferraz presiona con expulsarlos, los consejeros se reúnen con los afiliados y acaban trasladando a su partido en Madrid que puede hacer lo que estime oportuno, para decirlo de forma suave, pero que el acuerdo con el Partido Popular es firme. Eso, que al menos hasta las elecciones de 2015 no están dispuestos a que Coalición Canaria vuelva al poder.

En esta ocasión, Anselmo Pestana se fue a la capital de España. Allí se reunió con el secretario nacional de Política Municipal del PSOE, Gaspar Zarría. El presidente calificó el encuentro de "cordial". La realidad fue que su interlocutor le puso encima de la mesa un papel para que lo firmara renunciando a la presidencia del Cabildo. "Eso o serás expulsado", le dijo a su manera. Más que un documento fueron dos, ya que uno se quedaba en Ferraz y el segundo tenía que registrarlo ayer antes de las doce del mediodía en la sede de la institución insular. El político palmero no firmó y volvió a la Isla.

Eso fue el martes, tal y como EL DÍA adelantó en su edición de ayer. Pestana se lo comentó a sus consejeros, a los cinco, y convocó a afiliados y cargos públicos para explicarles cómo estaban las cosas y que entre todos se tomara una decisión. La reunión sirvió básicamente para que el presidente del Cabildo palmero se diera cuenta de que más del 80% del PSOE en la Isla lo apoya. Pero es un apoyo, al menos hasta ayer, sin ningún tipo de fisuras. Desde alcaldes hasta concejales, jóvenes y veteranos que ya no andan en "guerras" políticas. Trasladar lo contrario es falso.

No es menos cierto que hay un porcentaje de socialistas que quiere romper sí o sí con el PP. Son los menos, pero también están y pertenecen, en su gran parte, a los comités locales de Los Llanos de Aridane y San Andrés y Sauces. Entre ellos, José María de Vargas, Rita Gómez, Manuel Marcos Pérez... Defienden otros argumentos, los mismos que Ferraz o que José Miguel Pérez, porque entienden que no es el momento de estar junto al eterno "rival", al que culpan de estar "bombardeando" el estado de bienestar. Y, también, porque hay elecciones a la vuelta de la esquina y es bueno llegar separados. O eso creen.

Pestana compareció ayer ante los medios de comunicación con la fuerza que toda persona siente al verse arropada por una mayoría. Reconoció que Gaspar Zarría le reclamó que dimitiera "para recuperar la normalidad en la vida orgánica del PSC en la Isla", lo que implicaría "pasar a la oposición y el consiguiente regreso de Coalición Canaria al gobierno insular". Esa decisión pararía los expedientes de expulsión en marcha. Casi que le perdonaba la "vida" política. Pero el presidente se mantuvo en sus "trece".

El rector insular explicó que ese más del 80% del PSOE en La Palma que expresa su apoyo al pacto en el Cabildo también muestra "su rechazo a los expedientes de expulsión abiertos" y solicita "la vuelta a la militancia de los consejeros y la restitución de la dirección insular del partido para recuperar la normalidad de la vida orgánica del mismo".

Pestana hizo un último esfuerzo por explicar que detrás de esta decisión "no hay ningún tipo de proyecto personal o personales de los consejeros del Cabildo de La Palma; ha sido ratificada por la inmensa mayoría de la militancia de nuestra Isla". En el fondo se trata de defender un proyecto "que quiere cambiar las cosas en esta tierra, que quiere atender las necesidades de las personas en un momento muy difícil por la situación económica que estamos viviendo". Eso, que rendirse va a ser que no.