Los diputados de los grupos Socialista y Nacionalista Canario Jesús Morera y José Luis Perestelo, respectivamente, han presentado hoy una proposición de Ley de Derechos y Garantías de la Dignidad de la Persona ante el Proceso Final de su Vida, cuyo texto consideran "garantista".

En rueda de prensa, Jesús Morera aseguró que con el texto presentado no se inventan nada e indicó que cuando se apruebe la propuesta Canarias será la cuarta comunidad autónoma en tener una ley similar, tras Andalucía, Navarra y Aragón.

José Luis Perestelo señaló que esta proposición "garantista" nace del acuerdo de gobernabilidad entre Coalición Canaria y PSC-PSOE, y pidió que antes de opinar acerca del texto se ley, pues está abierto al debate parlamentario para buscar el consenso durante su tramitación.

En esta proposición de ley se regulan los derechos de los pacientes, así como los deberos de los profesionales sanitarios y de los centros hospitalarios.

Los principios básicos de la norma, explicó Jesús Morera, son garantizar el respeto del derecho de las personas ante el proceso de final de su vida para que sea digno, así como promocionar la libertad, la autonomía y la voluntad de las personas de acuerdo con sus deseos, creencias o valores.

También figuran como principios garantizar que el rechazo voluntario de un tratamiento no menoscabará una atención integral y digna del paciente, además de garantizar el derecho a recibir cuidados paliativos y un adecuado tratamiento del dolor en el proceso final de vida.

La igualdad en el acceso a los servicios sanitarios en el proceso final de vida con independencia de la isla en la que se viva es otro de los principios.

El diputado socialista comentó que en la proposición de ley se plantea que el Gobierno regional está obligado a poner en marcha un plan de cuidados paliativos.

En el texto presentado hoy por Morera y Perestelo se habla asimismo de derechos a la información y a pedir la retirada de una intervención terapéutica, así como de los derechos de los menores, asunto éste en el que se remite a la legislación básica, y se habla del derecho al tratamiento del dolor y a la sedación paliativa.

En cuanto a los profesionales sanitarios se plantea que no impongan sus creencias a las de los pacientes, de forma que los criterios morales, éticos y profesionales no estarán por encima de los deseos de los enfermos.

Una de las novedades estaría en la posibilidad de que los profesionales y los familiares puedan llegar a un acuerdo para imposibilitar a una persona enferma que haya perdido la conexión con el medio.

Jesús Morera aseguró que no se trata de una ley de eutanasia, si bien sí se quiere evitar la obstinación terapéutica, pues, como médico reconoció que en ocasiones los profesionales sanitarios y los familiares de enfermos, con buena intención, lo único que consiguen es estirar el sufrimiento del paciente.