Gaspar Zarrías se vuelve a Madrid con una idea real de lo que ocurre en La Palma. Ahora sabe que los consejeros del Cabildo, a los que Ferraz expulsó, dominan al PSOE en la Isla y que la gestora creada, con Manuel Marcos Pérez al frente, o la regional, dirigida por José Miguel Pérez con la ayuda de Julio Cruz, no tienen poder alguno para aglutinar al socialismo palmero en contra del pacto insular con el Partido Popular.

El secretario federal de Política Municipal del PSOE tenía prevista en su agenda dos reuniones con los cargos públicos insulares, una en Los Llanos de Aridane el jueves y otra ayer en Santa Cruz de La Palma, con posterior convocatoria de los medios de comunicación. Se cursó invitación a los "pesos pesados" en cada pueblo. A la primera cita tan solo fue el representante llanense, José María de Vargas, mientras que del resto de municipios del Oeste no acudió absolutamente nadie. Zarrías se reunió con Julio Cruz, De Vargas y tres miembros de la gestora, Manuel Marcos Pérez, Néstor Paz y Beatriz País.

Ante el fracaso de la convocatoria, el "enviado" de Ferraz llegó incluso a telefonear a una ex alto cargo del PSOE por La Palma, para conocer su opinión sobre lo que estaba ocurriendo. No le quiso contar la verdad. El "plantón" se debió a que los "opositores" entienden que era una visita para promover una fotografía de unidad a la que se oponen, ya que las expulsiones estaban acordadas y decididas de antemano. Es más, el trato que recibió Pestana en Madrid por Zarrías, dicen que fue intransigente, no gustó a una gran parte de los socialistas palmeros.

Viendo el cariz que tomaban los acontecimientos, el secretario de Organización de la gestora, Néstor Paz, envió un mensaje a los cargos públicos de la comarca Este para informales de que la reunión prevista para ayer en la sede del Partido Socialista en Santa Cruz de La Palma quedaba suspendida. ¿La razón?, sencilla. No era cuestión de verse las caras los mismos protagonistas que el día anterior con, a lo sumo, algún representante del Norte de la Isla.

Gaspar Zarrías había fracasado en su intento por arreglar el "problemilla", tal y como lo calificó nada más llegar del aeropuerto palmero o, al menos, de explicar en persona a los cargos públicos de su partido las razones por las que se expulsó a los consejeros, con Anselmo Pestana a la cabeza. La siguiente medida fue cancelar la convocatoria con los medios de comunicación y optar por emitir un comunicado, donde se rompe cualquier vía de comunicación con los consejeros.

La nota dice básicamente que la dirección del PSOE "ha hecho un esfuerzo sobrehumano" para reconducir la situación en La Palma, pero finalmente los promotores de la moción de censura en el Cabildo "han preferido quedar al margen de la disciplina del partido". Da por "zanjadas las negociaciones" en la Isla y acusan al grupo de Anselmo Pestana de "rendirse" al Partido Popular.

Eso, el PSOE no tiene arreglo.