El gestor aeroportuario español Aena se prepara para su salida a bolsa en los próximos meses y, en este escenario, el negocio comercial representa un factor clave a la hora de "venderse" a los inversores en el futuro mercado de valores.

Desde la concepción de que los aeropuertos representan privilegiados espacios de venta, frente al optimismo de unos indicadores que hablan de una previsión al alza del consumo y ante la necesidad de equilibrar una cuenta de resultados deficitaria, Los Rodeos se va a "embarcar" en una obra que supondrá racionalizar la explotación de la primera planta del edificio, "una superficie que actualmente está desaprovechada", tal y como reconoce Pedro Soriano, director del aeropuerto de Tenerife Norte.

El "despegue" que se programa está íntimamente ligado a la búsqueda de nuevos ingresos a partir de lo que se denominan "servicios no aeronáuticos", es decir, el rendimiento que suponen líneas de negocio tales como la concesión de los aparcamientos y el canon de explotación de las diferentes tiendas, con un acento especial en el concurso de los establecimientos "duty free" (libres de impuestos), que Aena ya adjudicó para el periodo 2013-2020 en 26 aeropuertos (entre ellos Los Rodeos) y por el que espera recaudar más de 2.000 millones.

De fondo "planea" el déficit histórico provocado por el endeudamiento asumido para acometer diferentes inversiones, entre ellas la nueva terminal (un edificio que supone altos costes de mantenimiento), así como la torre de control, inaugurada en 2013 y con un coste cercano a los 13 millones.

Lo cierto es que respecto a otros aeropuertos de similar entidad, Tenerife Norte dispone de menos ingresos por la vía de lo que se denominan "servicios aeronáuticos", sobre todo en concepto de tasas aeroportuarias, bonificadas en un 75% para los vuelos interinsulares y en un 15% para los trayectos entre Canarias y Península.

Con todo, el "plan de vuelo" se orienta a generar una "oferta comercial atractiva" y para hacer realidad este escenario, el Estudio de Arquitectura Corona y Amaral se encargará de dirigir esta obra que, en un 90%, se ejecutará cuando el aeropuerto se encuentre inoperativo (en horario nocturno), para de esta manera afectar lo menos posible a los usuarios.

El hecho de que este estudio de arquitectos fuera el encargado de realizar la obra del nuevo edificio de la terminal, inaugurado en diciembre de 2012, garantiza a juicio de Pedro Soriano "que la solución diseñada se integre en el conjunto del edificio".

La fórmula consiste en trasladar los filtros de seguridad desde el piso superior, el lugar por el cual los pasajeros acceden ahora a la zona de embarque nacional, hacia la planta baja, donde se encuentra dispuesta el área de facturación y control de vuelos interinsulares.

Con estos cambios, además de ampliar sensiblemente la superficie del llamado "lado aire" de la terminal y, por tanto, incrementar "las posibilidades de crecimiento del área comercial", se genera una mayor capacidad de procesamiento de pasajeros, manteniendo dos flujos diferenciados: tráfico interinsular, de una parte, y el resto de destinos, por otra.

El emplazamiento de todos los filtros de seguridad en la planta baja se habilitará, tal y como explica Pedro Soriano, desplazando los mostradores de facturación números 13 y 14, ubicados actualmente en el espacio central, hacia los extremos.

La mampara de acero y vidrio que dividirá los conocidos como lados tierra y aire se situará sobre la línea quebrada que une las cajas que cubren las cintas de equipajes de los mostradores de facturación.

El hecho es que, una vez superados los filtros de seguridad, los pasajeros de los vuelos interinsulares tendrán, como sucede hasta ahora, acceso directo a la zona de embarque, mientras a través de la escalera y los ascensores se llegará a la primera planta, convertida en centro comercial.

La conquista en ambas alturas incidirá en una mejor percepción de los servicios, al proyectar una "imagen agradable, de mayor comodidad y más moderna", señala Soriano, quien subraya que la adjudicación de los diferentes espacios se realizará mediante concurso y que el gestor aeroportuario establecerá el canon pertinente, ya sea por metros ocupados o bien por volumen de ventas.

Y sin aspirar a la presencia de grandes marcas de moda o artículos de lujo, el director de Tenerife Norte se muestra optimista con respecto a la transformación de la terminal a partir de una buena oferta de comercio, en general, y con particulares notas gastronómicas.

Actualmente, Los Rodeos acoge un total de 6 cafeterías, una oficina de alquiler de coches, un puesto de administración de loterías, una farmacia, una tienda de Loro Parque y otra de souvenirs, además de un "duty free" y puestos de perfumería y tabaco.

El presupuesto global de la obra se ha fijado en la cantidad de 498.845,71 euros y el plazo de ejecución se establece en tres meses y medio, de forma que su término coincida con el inicio del verano

A 9,5 millones de euros ascendió la cuenta de pérdidas de Los Rodeos en el ejercicio 2012, si bien la deuda acumulada que arrastra el recinto aeroportuario se sitúa en torno a los 136 millones

Poco más de tres millones y medio de pasajeros, en concreto 3.516.445 personas, movió Tenerife Norte en 2013, situándose en el decimocuarto puesto del ranquin nacional

las claves

Pedro Soriano, director de Los Rodeos, subraya que las encuestas de estudios y percepción de la calidad constatan que la mejora de la oferta comercial es la demanda más reiterada por parte de los usuarios de Tenerife Norte.

Entre las singularidades de Los Rodeos destaca que su "temporada alta" coincide con el periodo vacacional de los residentes (verano), frente a los aeropuertos "turísticos", donde el peso se traslada al invierno. También es el único aeropuerto del Archipiélago que conecta con las siete islas.