"La vida es para los valientes; para los que deciden correr riesgos aunque no estén convencidos al cien por cien de lo que van a hacer". A partir de esta idea es más fácil entender el "show" que hoy, a partir de las 21:00 horas, la cantante ceutí Elsa Rovayo, La Shica, exhibirá en el teatro Leal.

¿Cómo es el espectáculo que trae a La Laguna?

Es una propuesta escénica para reírse mucho. Un humor negro y bastante o muy feminista, no les voy a engañar, pero en el que los hombres que tienen sentido del humor se lo pasan muy bien. Los más secos sufren un poco más... Son tópicos llevados a un extremo casi delirante en el que nos descojonamos entre monólogos y canciones.

¿Esto es un cambio de registro en su faceta artística?

Otro más (silencio). A mí siempre me gustó reír y hacer reír a la gente porque yo necesito el humor para hacer música. También es algo que forma parte de mi vida. Lo que pasa es que hasta ahora no me había atrevido a hacer una cosa tan larga, que en realidad no me supone ninguna dificultad porque yo hablo hasta por los codos.

¿A La Shica nunca le ha dado miedo reinventarse?

Mi obligación como artista es evitar caer en el aburrimiento; no me gusta estirar algo que funciona hasta llegar a cansar al público. Prefiero arriesgar con un disco que no me guste a repetir fórmula.

¿Pero están los días para correr riesgos?

La vida es para los valientes; para los que deciden correr riesgos aunque no estén convencidos al cien por cien de lo que van a hacer.

¿Es fácil regenerarse artísticamente en un ciclo cultural tan difícil?

Difícil no, este ciclo cultural es lamentable... Soy de las que piensan que de los instantes de ruptura acaban saliendo cosas buenas, pero es que están machacando tanto a la cultura que es imposible creer en una reconstrucción más o menos digna. Sin educación y sin cultura estamos abocados a ser un país sin identidad.

¿Ser crítico en un escenario conlleva ser señalado como un elemento problemático?

Ser artista, simplemente, ya es un motivo suficiente para ser perseguido en este país... No necesitas ser más o menos reivindicativo con tus letras para ser apartado o vetado. El deber de los artistas es remover conciencias; explicar a través de sus creaciones que existen otras posibilidades. Lo que pasa es que eso cae mal a los políticos, especialmente, a los de derecha.

¿Ser artista en este país sigue estando muy mal visto?

Eso no es nuevo... El arte hace pensar a la gente y esto es algo que no gusta; lo que se lleva es la cultura borreguil. Nos dan lo que unos pocos con poder nos quieren dar para que nos estemos quietecitos.

En ese sentido, La Shica es un ejemplo de movilidad musical. ¿Un día se va al flamenco, al siguiente al hip-hop y al otro a la copla?

Pero eso no es algo calculado, sino el resultado de la fusión de mi naturaleza artística. Mi madre musical es el flamenco y la copla, pero los otros lenguajes me llegan igual y yo recurro a ellos cuando me apetece. La música tradicional, sea del país que sea, es la que más me pone. Esto es algo que yo no puedo evitar. Y eso que yo trato de hacer mis canciones puras, pero es que no me salen...

Al final siempre está la fusión, ¿no?

El flamenco y la copla son dos arterias básicas en mi vida como artista, pero gracias a dios me han calado otras informaciones. Desde que era pequeña ya se podían consumir discos que venían de otros países. Yo no soy tonta; si encuentro música que me gusta trato de usarla cuando me lo pide el cuerpo. Otra cosa es que estas se dejen transformar porque en la copla no vale todo.

¿Defender la copla en 2014 es casi un acto de fe?

A veces sí que existe esa sentimiento, pero eso es tan absurdo como pedirle a los argentinos que renegaran del tanto. ¿Lo harían? Ya le digo yo que no... Ese es el panorama musical que tenemos en España, pero fuera existe un público que ama la fuerza que tienen el flamenco y la copla.

¿Qué han aportado las nuevas generaciones al flamenco más tradicional?

Al flamenco tradicional no hay que añadirle nada porque es un género riquísimo, enorme, bello y no necesita nada más... Eso es algo que está acabado. Lo que sí están aportando las nuevas voces son fan porque los que empiezan escuchando a La Shica terminan oyendo a Marifé de Triana.