El fallecimiento hoy, a los 97 años, de la escritora Mercedes Salisachs ha dejado a las letras españolas sin su decana y sin la gran cronista de la burguesía catalana del siglo XX, pero deja una prolífica obra para recordarla, con cerca de 40 novelas, relatos, obras de teatro y libros infantiles.

Sus 97 años la acreditaban como la escritora en activo más longeva de todo el mundo, alguien que trabajó hasta el último momento y que preparaba un nuevo libro de pensamientos, fragmentos y reflexiones, que tenía por título provisional "Momentos".

Entre las personalidades que han reaccionado hoy a su muerte ha destacado la del editor José Manuel Lara, que siempre la vio como integrante de su familia -había sido la madrina de su hermano Fernando Lara- y que la ha definido como "la gran cronista de la burguesía catalana del siglo XX".

En esa línea, el académico Pere Gimferrer ha dicho que su narrativa "caracteriza perfectamente una época de Barcelona y tiene un valor de documento histórico-literario y sociológico extenso y muy variado".

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha calificado a Salisachs como "una de las más distinguidas voces femeninas de nuestra literatura" y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha destacado que fue "una de las mujeres pioneras en el ámbito profesional y universitario".

De mujer "impresionante" la ha calificado la periodista Carmen Rigalt, una de sus amigas más cercanas, que ha destacado que "la cabeza no le ha abandonado en ningún momento" y ha subrayado que admiraba, especialmente, "su metodología, su disciplina".

Con tesis doctorales en varias universidades de Estados Unidos y en Bélgica sobre su obra, Salisachs no podía ocultar siempre cierto punto de amargura cuando decía que ser la escritora más longeva en activo del mundo "en cualquier otro país sería motivo de celebración".

Nacida en Barcelona el 18 de septiembre de 1916 en el seno de una familia acomodada de la burguesía industrial catalana, se graduó como Perito Mercantil y se casó con el industrial José María Juncadella Burés, con quien tuvo cinco hijos.

Publicó su primera novela en 1955, "Primera mañana, última mañana", con el seudónimo de María Ecín, una visión personal de la aristocracia madrileña y la alta burguesía catalana.

Un año más tarde, fue finalista del Premio Planeta con "Carretera intermedia" y en 1957 obtuvo el premio Ciudad de Barcelona con "Una mujer llega al pueblo", sobre el regreso a un pueblo de una mujer embarazada, que fue censurada y no publicó hasta el año siguiente, cuando vivió un duro golpe al fallecer su segundo hijo, Miguel, en un accidente automovilístico en Francia a los 21 años.

Precisamente, este hecho fue la fuente de inspiración para "La gangrena", premio Planeta y su obra más popular, que aún hoy se vende en las librerías.

Con el cambio de siglo, la barcelonesa se mantuvo más activa que nunca con la publicación de "La conversación", una obra basada en una anécdota real sobre el maltrato a los hombres.

En 2003 y 2004 fue especialmente prolífica, puesto que publicó el primero de esos años "Desde la dimensión intermedia", la colección de cuentos infantiles "El niño que pintaba sueños" y el ensayo "La palabra escrita", y el siguiente ganó el premio Fernando Lara con "El último laberinto".

El reconocimiento a su obra tuvo un colofón especial en 2009, cuando obtuvo el IX Premio de Novela Histórica Alfonso X El Sabio con su novela "Goodbye, España", en la que reflejaba el exilio de la monarquía tras la proclamación de la República en 1931, desde la óptica de la mujer de Alfonso XIII.

Si en los años de la Dictadura, Salisachs se mantuvo alejada del mundillo literario, porque entonces estaba mal visto que una mujer de la burguesía industrial catalana se dedicara al arte de la escritura, siempre percibido como propio de bohemios, con la democracia mantuvo ese aislamiento, pues sus ideas conservadoras y católicas la alejaron de las nuevas generaciones emergentes.

Salisachs, que en los últimos años había tenido un delicado estado de salud, se mantuvo en activo hasta los últimos días y el pasado año publicó la hasta ahora su última novela, "El caudal de las noches vacías", con la que cerró una carrera literaria de casi 60 años.

Está previsto que la escritora reciba mañana sepultura en el cementerio de Montjuïc, tras una ceremonia que tendrá lugar en la más estricta intimidad familiar.