La Universidad de La Laguna (ULL) registró en el curso pasado un brusco incremento de su índice de abandono, algo que la propia institución atribuyó al efecto de las dificultades económicas de las familias y al encarecimiento de los precios de matrícula. En el actual la cifra sigue alta, pero se ha reducido ligeramente. Han sido 2.567 alumnos, el 12% del total, los que han dejado sus estudios entre un curso y otro.

El dato -facilitado por la Consejería de Educación a la diputada del grupo mixto (Nueva Canarias) Carmen Hernández, quien había formulado una pregunta al respecto en la Cámara- corresponde a los estudiantes que estaban matriculados el curso 2012-2013 en estudios de grado y de primer y segundo ciclo -licenciaturas y diplomaturas- y que, sin haber concluido sus carreras, no lo están en el actual.

Si el abandono ha bajado en La Laguna con respecto a hace un año, no ha ocurrido lo mismo en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), en la que 2.879 alumnos han dejado sus estudios desde el curso pasado, un 12,8% del total. En el anterior fueron 2.660, un 12,1%.

A estos datos hay que sumar los alumnos que iniciaron este curso pero se han quedado en el camino al solicitar la anulación de matrícula. Se trata de 437 personas en la ULL y de 1.041 en la ULPGC.

La cifra de abandono en la ULL ha rondado habitualmente los 2.000 estudiantes, pero el año pasado fueron más de 3.000 los que dejaron de estar matriculados. Entonces, la institución interpretó que al tradicional abandono académico se sumaba un abandono "económico", el que sufren los estudiantes afectados por el importante aumento que experimentaron las tasas. Con la congelación o descenso -según se trata de la primera matrícula o de las siguientes- de estas en el próximo curso, el Gobierno y las universidades confían en revertir el proceso.